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Sábado 16 de mayo de 2020

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Revista Tu Espacio

ODONTOLOGÍA

Cómo afectan los refrescos a nuestros dientes en realidad

16 may 2020

Fuente: Dr. José A. Canaviri Vigabriel

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Aunque pueda parecer que no hay una relación aparente, lo cierto es que los refrescos o gaseosas en general pueden afectar a la salud de nuestros dientes.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que cualquier bebida con gas contiene una cantidad de dióxido de carbono. A priori, esto no tendría por qué ser malo. Sin embargo, si se encuentra concentrado en una gran cantidad, puede provocar daños en el esmalte dental.

Todo ello acabaría traduciéndose en una extrema sensibilidad a las bebidas calientes y frías. Además, esta puede llegar a provocar problemas más graves. Por ejemplo, puede provocar caries e incluso la propia erosión de los dientes.

En este sentido hay que tener especial cuidado con los niños, ya que los dientes de leche son especialmente susceptibles a cualquier tipo de agentes irritantes como en este caso sería el gas.

Los refrescos están compuestos por un principio agridulce a base de azúcar o edulcorante y ácido (puede ser cítrico, málico, fosfórico o tartárico), además de otros ingredientes. No obstante, son los dos primeros, el azúcar y el ácido, los que afectan los dientes y destruyen el esmalte.

RECOMENDACIONES PARA PRESERVAR LOS DIENTES DEL EFECTO DE LA GASEOSA

Buscar alternativas. Pensando que este tipo de refrescos suelen contener también gran cantidad de azúcar, lo mejor será optar por bebidas con menos azúcar y componente ácido. Para ello serían perfectas opciones como el agua, la leche, el zumo 100% natural, etc.

No obstante, en el caso del consumo de las bebidas con gas, hay determinados consejos que, al menos, ayudarán a reducir sus efectos nocivos:

Enjuagarse la boca después de beber una bebida con gas. Así conseguirás remover los restos que se quedan en los dientes.

Utilizar un sorbete para beber bebidas gaseosas puede ser una perfecta opción para evitar que el líquido entre en contacto directo con el esmalte dental.

Después de beber bebidas con gas, cepillarse los dientes inmediatamente puede dañar más el esmalte. El cepillo dental en esta situación esparce más el ácido y penetra mucho más en el esmalte dental acelerando su destrucción.

Los niños y adolescentes no son los únicos en riesgo. El consumo a largo plazo de refrescos tiene un efecto acumulado en el esmalte de los dientes. En la medida que la gente vive por más tiempo, hay más probabilidad de tener problemas.

Obtenga un tratamiento profesional de fluoruro: Su dentista puede aplicarle fluoruro en forma de espuma, gel o enjuague, este tratamiento remineralizará el esmalte.

Los refrescos son agresivos para los dientes. Si se reduce la cantidad de consumo, y se practica buenos hábitos de higiene oral y se busca la ayuda de un odontólogo, puede contra-restar los efectos y disfrutar de una mejor salud bucal.

Fuente: Dr. José A. Canaviri Vigabriel
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