La comunidad debe utilizar construcciones suntuarias

Partiendo del derecho del pueblo a utilizar lo que se construye con los dineros que le corresponden, es imperiosa la necesidad de dar uso práctico, útil y socialmente beneficioso a las construcciones suntuarias que mandó edificar el anterior gobierno, para satisfacer las ansias egocentristas de su mandatario sin pensar en las necesidades prioritarias de una comunidad que no sintió el efecto de tener "una casa grande del pueblo", donde transcurrían los arrebatos de una desmedida demostración de grandeza y poder atrabiliarios.

El dinero del pueblo se malgastó a "manos llenas", como refieren los políticos que anticiparon denuncias oficiales para que se cuantifiquen los gastos irregulares en que incurrió el sistema político pasado, que concluyó con la huida de sus mandantes.

Hay que hablar de varias construcciones, monumentales y otras más baratas por su ubicación geográfica. Hay que pensar por ejemplo en la interesante construcción de la "sede de Unasur", que debía servir a un organismo internacional truncado en su funcionalidad por desavenencias de sus integrantes. Debía ser la sede del Parlamento de la Unión de Naciones Suramericanas. Costó al Estado boliviano 72 millones de $us. el doble de lo que costó la "casa grande del pueblo" en la que se gastaron 35 millones de $us. Como se puede apreciar sólo en esas dos obras se gastaron 107 millones de dólares, un enorme despilfarro, pero que tendrá que servir al pueblo una vez que se defina su buen uso y su adecuada custodia.

Debería definirse en el nivel estatal, la conformación de una comisión múltiple integrada por profesionales de diverso orden, como arquitectos, ingenieros, economistas, sociólogos, médicos y de otras ramas que puedan establecer costos, definir el mejor uso de las instalaciones y sugerir su transferencia a la institución más apropiada en función de su futuro servicio y beneficio colectivo.

En el caso de la monumental construcción de Unasur, se sugirió transferirla para que se convierta en un hospital de especialidades, podría ser una universidad o centro tecnológico, dependiendo su transferencia final a las recomendaciones de la comisión múltiple que priorice el mayor beneficio de la construcción- En cuanto a la "casa grande" la misma comisión deberá evaluar el mejor uso que se puede dar a un edificio que cuenta hasta con un helipuerto, que en el caso de un centro hospitalario de primerísimo nivel, sería un complemento ideal que modernice y complemente servicios de emergencia y favorezca a los sectores más necesitados de servicios médicos. Como en el caso del edificio de Unasur y la casa grande, la infraestructura necesitará modificaciones, restando tan sólo su equipamiento. Otro tanto debe hacerse con el museo de Orinoca, donde es más urgente un centro médico.