Desempleo un tema preocupante

Sobre males ya anotados, incluyendo la pandemia del coronavirus, no hay manera de soslayar, un problema que se presenta también de manera "endémica", para ponerlo a tono de los planes de atención especial en nuestro país, es el que se relaciona con un alto índice de desempleo y que más allá de las posiciones políticas que se divulgaban en el anterior proceso de gobierno, la realidad es realmente compleja, si en la balanza se pesa la cantidad de profesionales bolivianos desempleados.

Según un estudio de Fundapro el 2018, la situación de los profesionales es álgida, tras cinco o más años de estudio y un doloroso encuentro con la realidad al no cumplirse la oferta de "trabajo seguro para profesionales". Un alto porcentaje de licenciados se convierten en conductores de taxis o con algún esfuerzo en propietarios de estos vehículos o en cierto tipo de comerciantes que operan en la economía informal, con título universitario que no les sirve. Un alto porcentaje de esa saturación corresponde al sector de abogacía, comunicadores sociales, auditores y contadores, un problema con ribetes nacionales.

Entre los datos que se manejan sobre el desempleo nacional, por supuesto que se menciona la poca oferta de empleo en las empresas privadas de manera general, ni pensar en la administración pública donde los privilegios son otros, por lo mismo, el gran crecimiento del sector informal, se convierte en una forma de empleo con cierto beneficio temporal pero sin futuro regular. El sector con mayor daño en la perspectiva laboral es el de los profesionales jóvenes, pero también sufre el impacto de la desocupación un grupo comprendido entre las edades de 35 a 65 años, en el caso de hombres y de 30 a 50 años en el de mujeres.

El sector femenino confronta alta dificultad para obtener empleo, incluso en condición profesional y si se dan ciertas oportunidades, está visto que aún prevalece la inequidad de género y por lo mismo la discriminación salarial, por lo que muchas mujeres optan por convertirse en empresarias desarrollando negocios propios que les permite combinar roles profesionales y familiares, lo que constituye un modo de equilibrar ingresos de sostenimiento hogareño.

De cualquier modo, los estudios realizados, revelan que en nuestro país hay un 47% de profesionales desempleados, son los más jóvenes y tal parece, aquellos que eligieron ciertas carreras de supuesta contratación masiva, pero en los hechos de mercados absolutamente saturados. Un problema muy serio que merece reformulación en las universidades.