La división del mundo, igual que ayer

Este es un tema antiguo pero que vuelve a nuestra agenda con rara persistencia. Como es sabido, existe hoy en día el mundo occidental, democrático y capitalista, frente al otro bloque socialista y dictatorial. La disputa ideológica con su respectiva orientación económica, no cede su campo por ninguna razón. Los ejemplos sobran. Vamos a ver uno de ellos.

Eso de intentar sacar subrepticiamente a los asilados en la embajada mexicana, por un comando de encapuchados españoles fue un episodio desagradable. ¿Diplomático? Para nada. Según se dijo, era una visita de cortesía de la embajada de España. Esa es la apariencia. Pero los hechos también tienen su lenguaje. En la opinión pública se difundió la versión de que se pretendió ingresar a la embajada mexicana llevando una misión distinta. Y el silencio, ¿qué significa? Muchas cosas. España no pudo o no quiso dar una respuesta convincente.

Cuba, México y Argentina se denuncian por sí mimos de qué tendencia son al facilitar a Morales una serie de privilegios. ¿Es casualidad? No por su puesto. En esas naciones impera un régimen de izquierda, autoritario y populista. Ahora desde Argentina dirige una permanente acción subversiva contra el gobierno de transición en Bolivia. Esos regímenes son conocidos por su crueldad y por su radical inclinación hacia su ideológica política por encima de cualquier atributo humana, ni patria ni familia cuentan.

La acción popular de noviembre del año pasado, no concluyó su labor. Sus líderes le fallaron. El azar le entregó el poder a alguien que no había participado en la lucha por la democracia. El gobierno de transición debía convocar a elecciones, esa era su única misión, pero apareció mezclado con los otros candidatos. Para el MAS es ahora el blanco fácil para dirigir sus dardos.

Desde la Argentina, el jefazo destronado aprovecha para seguir confabulando; quiere ser candidato y continúa ejerciendo la presidencia de las seis Federaciones del Trópico de Cochabamba. Se trasladó allí para manejar de cerca los asuntos políticos y también, claro, la producción de la coca ilegal. Y para los propósitos políticos cuenta con el apoyo de los países mencionados. Ahora último actúa como aliado de la pandemia que azota el país. Un dirigente cocalero ha declarado que el tal coronavirus no existe, que es un invento. Con lo que hace y con lo que dice, el prófugo de Chimoré demuestra que está desesperado por recuperar los privilegios que tenía antes como gobernante. Está extraviado, fuera de la realidad.

(*) Es columnista independiente

Fuente: Por: Demetrio Reynolds (*)