Beneficioso que el ciudadano conozca rasgos de la prueba

El epígrafe cabe considerarlo extenso, aunque se refiera a rasgos de la prueba cuyo conocimiento es importante para los ciudadanos debido a que las pruebas son las que definitivamente determinan la sentencia. La acción se centra no en probar sino de investigar o averiguar el estado de los hechos y de las cosas, pues de esa profunda averiguación surgirán las pruebas para el funcionario judicial porque el estado de las cosas se representa por las afirmaciones y este funcionario judicial le habrá proporcionado al juez de sentencia los elementos de prueba.

Como sólo se puede tratar algunos rasgos inequívocamente esclarecedores para el ciudadano que no tiene la obligación de ser jurista y un primer rasgo que debe conocer es que las pruebas deben buscarlas y saber buscar que es fundamental para que el proceso exista.

La prueba documental tiene su posición jerárquica dentro del sistema de medios probatorios por ello surge malévolamente la proclividad de producirlas, modificarlas o alterarlas y hasta destruirlas, para beneficio ilícito de una parte en el litigio, antes se debería aclarar la denotación de documento.

¿Qué es un documento? Es la representación objetiva de un hecho, por ejemplo: el carnet de identidad que representa la identidad, nacionalidad, lugar y fecha de nacimiento, número asignado en el registro de identidad; el certificado de matrimonio que certifica el estado civil de la persona o el certificado de defunción que la representación que la persona inserta en el certificado ya no existe.

La prueba cumplida a través de documentos se caracteriza por ser una prueba ocular pues si se quiere aportarlos deben ser contemplados y leídos, que infiere que la vista no es preeminente sino la captación del contenido del pensamiento y su elaboración interpretativa.

Existe una singularidad de la prueba documental en comparación con la prueba personal; en aquella el averiguador no tiene frente a si a una persona que le proporciona los datos necesarios y que puede ser impelida a completar o, en su defecto, a rectificar su exposición mediante preguntas aclaratorias, el documento, por lo contario, reproduce formalizado en pensamiento adherido o incorporado en él. Esto arroja la ventaja de que conserva las manifestaciones escritas y confiadas de modo que pueda confiarse en ellas. Para sintetizar el desarrollo del análisis de un documento y que realmente contribuya a esclarecer los hechos deberá comprobarse conforme a reglas:

Si es auténtico y está intacto. Además corresponde investigar qué es lo que el autor quiso expresar y por último, es menester o preceptivo poner en claro hasta qué punto las manifestaciones o aserciones fácticas o de hecho responden a la realidad.

Lo expresado conduce a los conceptos de autenticidad e incolumidad (calidad o estado de no haber sufrido daño) del documento, así un escrito en el cual una persona se da a conocer como autor o emisor, sea por firma o por simple mención de su nombre es auténtico si procede efectivamente de esa persona.

Otro aspecto de averiguación importante es determinar cómo se gestó o elaboró el documento, así, muchas veces el documento no ha sido manuscrito, sino mecanografiado, siendo de puño y letra únicamente la firma, además que el firmante puede haber dictado el texto a otra persona; es posible o imaginable que no lo dictara personalmente , sino que, antes de firmarlo, lo leyera y autorizara; también que lo firmara sin haberlo redactado y sin leerlo , pero que posteriormente se enterara de su contenido y le diera su conformidad.

Otro caso repetitivo es que la firma sea auténtica, sin que el emisor o autor, al firmar, no haya visto el escrito; esto sucede cuando el texto fue colocado más tarde, sin su saber, con abuso de la firma en blanco.

Igualmente pueden surgir modificaciones ulteriores, sucede al firmarse un documento, éste constaba sólo de fragmentos de lo que es actualmente, mientras que otras piezas le fueron añadidas sin conocimiento del firmante, esto último acaece cuando el escrito consta de varias hojas no firmemente unidas.

Todas estas nociones son útiles no obstante su calidad de sucintas, pero cumplen el objetivo por su exposición sencilla.

(*) Es abogado, posgrados en Arbitraje y Conciliación (Especialidad), Oratoria Jurídica(Especialidad) Filosofía y Ciencia Política

(Cides-Umsa), Alta Gerencia para abogados (UCB-Harvard), Derecho

Aeronáutico(Instituto Iberoamericano de Derecho Aeronáutico, del Espacio y de la Aviación Comercial, Madrid), Interculturalidad y Educación Superior(UMSA), doctor honoris causa en HUMANIDADES (IWA-Cambridge University, USA)

Fuente: Por: Raúl Pino-Ichazo Terrazas (*)