Exigen mayor coordinación en medidas de la cuarentena

En la medida que avanza el tiempo y se ha fijado (tentativamente) fin de mes para disponer un retorno paulatino a las actividades normales, hay sectores muy importantes de la ciudad que demandan a las autoridades una mayor coordinación en lo que resta de la cuarentena, pero sobre todo en lo que tenga que disponerse para el futuro inmediato, presumiendo que de manera general se flexibilicen las medidas.

Si bien fue Oruro el distrito en el que se aplicaron medidas preventivas, como la suspensión de labores educativas y que resultó oportuna, junto a la regulación del tránsito de personas y de movilidades, lo cierto es que las instrucciones para abastecimiento familiar en mercados, tres días a la semana, añadiendo al modelo de control, la opción de salir a las calles de acuerdo a un rol numérico de la cédula de identidad, complicó las cosas y las quejas tienen que ver con "falta de criterio para aplicar turnos que de manera obligada la ciudadanía tuvo que admitirlos a regañadientes".

Se ha observado, reclamado y criticado, que los días dispuestos de abasto generan aglomeraciones en los mercados, precisamente lo que debería evitarse, por lo mismo se sugirió que los días de mercado sean los cinco hábiles de la semana en horarios compatibles de las mañanas y no de madrugada.

Parece que las autoridades no han hecho un recorrido por los mercados para cerciorarse de lo que ocurre en esos centros, además de la falta de control en los precios que en los últimos días se han elevado exageradamente. Tres días a la semana es poco tiempo para reabastecimiento de una enorme población sometida además a la libertad de tránsito de acuerdo a su carnet de identidad.

Que sucederá el mes de mayo, si además de flexibilizar ciertos sectores de actividad comercial, se dispusiera un retorno de los estudiantes a clases y de ciertos funcionarios públicos a sus tareas habituales, sabiendo- por lo menos hasta ahora - a sólo una semana del siguiente mes, que la pandemia no ha cedido posiciones y que en muchos lugares, por indisciplina ciudadana ha tomado peligrosa posición de ataque, contagiando a centenares de personas, una presencia complicada, sin medicamentos apropiados para combatirla y sin contar con la necesaria infraestructura hospitalaria para frenar su arremetida.

La situación de las autoridades es sumamente seria, sus decisiones que ojalá no sean tan complicadas para los vecinos, como las que todavía están en vigencia, deben ser consultadas sectorialmente, para que se pueda lograr cierta flexibilidad operativa, en función de necesidades urgentes y responsabilidad compartida para defender la salud, la vida de las personas.