Pantallita se roba el corazón de los niños "grandes" en España

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"¡Hola don Pepito! - ¡Hola don José!... - ¿Pasó usted ya por casa? - Por su casa yo pasé? ¿Vio usted a mi abuela? - A su abuela yo la vi... Adiós Don Pepito -Adiós Don José", es el estribillo que desde los balcones de aquella calle de Madrid, cantan decenas de personas de todas las edades que por razones de la cuarentena debido al coronavirus no pueden salir de sus casas.

Ese aliento, ese ánimo, esa esperanza de una cruda realidad que se vive a nivel mundial, es transmitido desde el balcón de su casa por Pantallita, aquel simpático payaso nacido en Oruro, que se robó el corazón de los orureños cuando estuvo entre nosotros, luego fueron los cochabambinos y ahora los españoles en la denominada "Madre Patria".

Pantallita, para quienes no lo conocían en ese momento, se presentó indicando que era vecino de ellos para animarles en la cuarentena. La respuesta fue impresionante al ver a cada uno de esos españoles desde sus ventanas, balcones, terrazas y cómo podían acomodarse para disfrutar del show en vivo.

APORTE

Es el aporte que realiza como una forma de dar aliento a la gente para que no desmaye, pero esa intención no sólo se queda ahí, sino que va más allá.

Si bien antes de la cuarentena iba a la radio a transmitir sus programas o a animar cumpleaños, además de visitar asilos de ancianos, situación que le llevaba pintarse el rostro sólo los fines de semana, hoy se transforma Gary Baptista en Pantallita, todos los días.

Saca un programa de radio desde su casa cada jornada e interactúa mediante los móviles con los niños, para llevarles alegría a sus corazones.

"Ayudamos a los niños de los hospitales para que ellos también se puedan distraer, porque sus papás no los pueden visitar debido a las restricciones que existen por el coronavirus. No les están visitando, entonces, los niños necesitan este tipo de distracción y todos los días me pinto para mandar a los móviles. No subimos a las redes sociales porque están prohibidas por los derechos de los niños del hospital", dijo.

Pero no sólo los niños son los que se favorecen con la alegría y simpatía de Pantallita, sino también los ancianos que se encuentran solos.

El trabajo que sólo hacía los fines de semana, ahora se multiplicó todos los días, porque anda en contacto con todos los niños que puede.

"En este tiempo tenemos que darnos la mano, tenemos que ayudarnos y pensar más en las personas que más nos necesitan, y no son los que constantemente nos llevan a los cumpleaños, sino los que no pueden levantarse de la cama, los que están en sillas de ruedas, es muy duro, porque a veces tengo que morderme los labios", manifestó.

PANTALLITA

Desde muy joven, en su época de estudiante tenía el don de actuar, pero no precisamente como payaso, sino de distintos personajes.

Pantallita nació como payaso el 12 de abril de 1981. Empezó en Radio América de Mario Lizarazu Sánchez. Sus primeros pasos para animar a los niños los dio en Televisión Oruro (TVO), motivado por los empresarios Juan Carlos Soria y Humberto Covarrubias.

El Pantallita de la televisión se trasladó a los hogares orureños, animando cumpleaños. Posteriormente y por cuestiones del destino se fue a Cochabamba, donde estuvo varios años, allí dirigió un canal de televisión, pero duró muy poco hasta que se fue al canal de televisión de Laureano Rojas, donde se expandió aún más.

Pero él quería seguir avanzando y motivado por su esposa se van a España donde, al principio, la vida se les puso un poco complicada. Sin embargo, con el paso de los meses, logró desempolvar a Pantallita que lo tenía guardado en la maleta para renacer, esta vez en la vieja Europa para conquistar el corazón no sólo de los españoles, sino también de chinos, colombianos, ecuatorianos y muchos más que lo siguen. Se mide con los grandes artistas de aquel país, un orureño que con su sonrisa de payaso conquistó a la Madre Patria.

Fuente: LA PATRIA