¿Nada aplaca al coronavirus?

Es realmente preocupante la situación reinante en el hemisferio, con la expansión del coronavirus, que no se detiene al no definirse en ninguna nación, una estrategia y un plan de acción que contenga al virus, cuyo origen ha desatado una polémica internacional, cuando se mencionan fines políticos de la potencia asiática y un descuido táctico que "generó el escape del virus" expandiéndose descontroladamente, se trata de una versión y hay otras parecidas que tendrán investigaciones de los organismos internacionales que precautelan la seguridad, la paz mundial, los derechos humanos y la supervivencia de millones de pobladores de este mundo.

La información que corre en el mundo de extremo a extremo, que involucra a las grandes potencias, que incluye a todos los continentes y a todas las naciones que conforman nuestro hemisferio, no ha bajado en porcentajes que muestren una declinación en la pandemia, los casos siguen sumando a más contagiados y lo lamentable es que también se incrementa la cantidad de víctimas fatales.

Lo que llama poderosamente la atención de la ciudadanía mundial, es que justamente, allí donde surgió el virus y las poblaciones aledañas, es posible bajar la intensidad de la carrera del virus, mientras en otras localidades aumenta el número de afectados, por lo mismo se menciona que la "pandemia no se aplaca".

Este desborde de extrañas circunstancias, está afectando a la mayoría de países en todos los continentes. Los gobiernos extreman recursos y agotan esfuerzos para controlar el mal, en algunos casos con resultados alentadores, en otros con sorpresivas reacciones, cuando en cuestión de horas sube la cantidad de contagiados y presumiblemente los decesos. Bajo esas imprevisibles condiciones se hace difícil fijar plazos, presumir la modificación de medidas, cuando el Covid-19, transita sin control en cualquier territorio.

Optimistamente en ciertas ciudades, bajo algunas expectativas clínicas y algo de seguridades materiales, se menciona la apertura de actividades, inclusive en alguna playa turística, mientras que en otros extremos del planeta, con algo más de precaución y en función de otras realidades se anticipa el cambio de medidas para favorecer a sectores severamente castigados en su economía, en todo caso sin que exista un Visto Bueno de organismo especializado que garantice la ausencia del Covid-19. Esas medidas entrañan riesgos y por lo mismo merecen un adecuado asesoramiento y una supervisión profesional.

Así como fluye la pandemia del virus chino por el mundo, sin que se aplaquen sus graves efectos, surge poderosa la fe de la mayoría ciudadana en el hemisferio y comenzará a destruir un mal ocasionado en intereses políticos y por lo mismo susceptible de caer en su propio entuerto. Que no decaiga la esperanza y la fe en algo poderoso que destruirá al virus chino.