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Sábado 18 de abril de 2020

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Revista Tu Espacio

Así es la Alta Tierra de los Urus

Los arenales de Cochiraya en un silencio sepulcral

18 abr 2020

Fuente: Por: Dehymar Antezana Periodista LA PATRIA

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En determinados momentos, hasta el sonido del viento estaba ausente de las candentes arenas del Cochiraya, todo era desolación, era un silencio total, quizás el que normalmente se acostumbra cotidianamente, pero no así esa fecha que por lo general, sus granos servían para dar formar a maravillosas esculturas que evocaban la Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

Era Viernes Santo y por lo general, esa fecha aquel escenario ubicado al Noroeste de la ciudad de Oruro, se convierte en el "teatro al aire libre", para acoger en sus fauces a decenas de artistas, quienes con el talento de la Creación, les permite erigir con la arena impresionantes obras de arte, que por cierto, en aquel día se convierten como si estuviesen en una galería de arte, a la vista de miles de orureños que visitan el lugar, como algo ya tradicional.

Sin embargo, tuvo que llegar un ser maligno para originar un caos en la Tierra y por ende meter a sus habitantes tras los muros, quienes desesperados de respirar la libertad, ese día tuvieron que estar sometidos a los designios del destino, proyectando en sus mentes, sólo recuerdos de lo vivido.

Así pasaron en sus moradas, mientras la arena se puso triste, porque sus invitados nunca llegaron. Sólo la paja brava diseminada por el lugar era el personaje de la cita, aunque no podía hacer mucho debido a su calidad de estatua natural.

Pocas huellas en el lugar, después estaban los niveles de arena que hacían las dunas brillantes por el reflejo del sol. Cada paso del extraño que estuvo ese día en el lugar, era como pisar tierra virgen, cuyos zapatos se hundían suavemente como si se tratara de una tierra movediza predispuesta a tragar al intruso.

Fue un Viernes Santo diferente, silencioso como si la arena de Cochiraya viviera por sí sola la Muerte de Cristo. El sonido del viento, ese día también estuvo ausente, sólo eran momentos que aparecía como si quisiera dialogar con los granitos y comentar la ausencia del humano.

Aunque sí había mucho vestigio de este ser que daña el Planeta, sus huellas establecidas en una serie de basura estaba por el lugar, al final la arena creyó que era mejor estar libre ese día para no sopesar la inmundicia de una sociedad que no sabe cuidar el hábitat de un lugar que sólo merece ser pisado por gente que ama la única casa que tenemos.

Fuente: Por: Dehymar Antezana Periodista LA PATRIA
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