Que nos espera ahora?

Quedan algunos días o semanas para finalizar esta etapa de encierro, nuestra sociedad mantiene una sorprendente tranquilidad aunque sea solo efímera y superficial.

Pronto cesará el cautiverio y gran parte de la sociedad está ya planificando su magro futuro.

Pero ¿se podrá seguir así más tiempo?, en noticias y artículos relacionados nos informamos de empresas públicas con millonarios déficits, empresas privadas que se verán obligadas a recortar planillas y otras se verán forzadas a cerrar, son presagios

de una inminente caída catastrófica de nuestra economía.

De cualquier manera la pregunta es ¿Qué debemos hacer los Bolivianos para enfrentar estos presagios?, ¿qué tiempo tomara revertir nuestra propia situación económica?, ¿qué nos espera?

¿La empresa privada exigirá al gobierno transitorio una compensación económica?, al margen de esta situación la agenda petitoria ya casi permanente para el corto y mediano plazo refiere aspectos concretos a ser considerados por todos:

Habrá que esperar el aporte de la clase política para gestionar estas peticiones que afirmarían la demanda por una economía a ser saneada lo antes posible.

Sin embargo desde la posición de ciudadano lo que si deberíamos tender a lograr, es convencernos a nosotros mismos de lo que podemos y somos capaces, siempre se ha podido ante crisis similares tanto sociales como económicas, lo que menos deberíamos pensar es en continuar con este ambiente tóxico haciendo que prevalezca la ineptitud y oportunismo antes que

la capacidad.

La diversidad cultural y social de nuestro país en una gran fortaleza a favor, pero cuando unos pocos se atribuyen la representatividad de esta pluralidad se corre el riesgo de perder el norte como pueblo y como nación, esto favorece a aquellos oportunistas que están siempre detrás de telones aguardando hacerse del erario público, obviamente esta situación no favorece a la sociedad y menos al desarrollo del país.

Debemos unir esfuerzos para resucitar y fortalecer a nuestra economía agonizante y la decisión es de cada uno de nosotros, apoyar a la producción nacional, consumir lo nuestro, prepararnos y preparar a los más jóvenes para afrontar un futuro lleno de retos pero con la premisa de que juntos podemos y no tenemos límites.

Bolivia pujante

Fuente: Por: MSc. Iván V. Flores Sarmiento