Paupérrimo Vocabulario

El vocabulario es el mecanismo que comprueba la capacidad de comunicarse correctamente con las palabras precisas y como un avance intelectual que todo humano debería atesorar. En la actualidad, el inglés norteamericano y el español latino denotan la falencia del epígrafe que despliega su nociva influencia a través de los medios modernos de comunicación; sobre todo en la juventud.

La pereza, la molicie y la imitación al modo de hablar de otras latitudes coadyuvan para que los lenguajes coloquiales se tornen monótonos, repetitivos y hasta groseros o soeces cuando uno no se esfuerza en adquirir un vocabulario variado y con muchas alternativas que posibilita una comunicación maravillosa y motivante, generando la obligación posterior del pensamiento en los interlocutores que han intervenido; ese análisis enriquece el vocabulario gracias a la acuciosidad de ambos y a su apego y amor a los diccionarios.

Lo conveniente y correcto sería utilizar: muy, maldito, execrable, detestable, ruin, aborrecible, malvado, endemoniado, entre otros, que generan aliteración en el hablar, empero, omitiendo el respeto a su propia dignidad personal una gran mayoría se inclina a hablar de esa manera: en inglés es el fucking y en español es el put?, también en la expresión femenina. Esto es propio de las personas que no tienen alternativas de selección de palabras en el lenguaje imbricando a la dignidad personal pues un vocabulario selecto eleva la admiración por la persona o la entierra.

¿Por qué la insistencia en disponer de un vocabulario superior a las 3.000 palabras? Porque el vocabulario es el lexicón, es el glosario necesario para enriquecer una conversación, diálogo o frase verbal, además porque todas las palabras poseen su significado y sus condicionantes propios para aplicarlas

correctamente y cada usuario debe conocer aquéllos. Ello implica que ese dominio además de constituir un tesoro intelectual, es una enciclopedia ambulante que reside en cada mujer y hombre.

El vocabulario es el inventario de palabras reunidas según cierto criterio y ordenadas alfabética o sintácticamente y que hace referencia a una lengua según sus reglas de unión, a una ciencia, técnica arte, medio social o a un autor, o como se citaba glosario.

No es extraño al conocimiento de la ciudadanía que requiere un esfuerzo personal adicional que el que se recibió en la escuela, colegio o universidad, sumar más palabras con conocimiento exacto de su denotación y connotaciones a su lenguaje.

Sintácticamente se ayuda a las relaciones que se establecen entre las unidades de la oración conocida como sujeto, verbo y predicado; todo ello regulado por la sintaxis que nos inclina al estudio de la estructura de la oración.

Es elegante y más agradable escuchar "eres un conspicuo manipulador", que "eres un put? manipulador", la palabra conspicuo hará pensar al interlocutor y ese ejercicio recíproco conlleva a elevar el nivel cultural de las personas.

La influencia, como se acentuaba, tiene sustrato en los medios informáticos, la televisión y en los doblajes para los cines y la propia televisión y es considerable si no se crea criterio propio para no ser víctima de ella.

(*) Es abogado, posgrados en Interculturalidad y Educación Superior(UMSA), Oratoria Jurídica (Espacialidad), Filosofía y

Ciencia Política (CIDES-UMSA, maesrtn),

Alta Gerencia para abogados (UCB-Harvard), Derecho Aeronáutico (Instituto Iberoamericano de Derecho Aeronáutico, del Espacio y de la Aviación Comercial, Madrid), Arbitraje

y Conciliación (Espacialidad), Docencia en Educación Superior(Maestría), doctor honoris causa en HUMANIDADES (IWA-Cambridge University, USA)

Fuente: Por: Raúl Pino Ichazo Terrazas (*)