Jueves 26 de marzo de 2020
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Editorial y opiniones
Buscando la verdad
El alto costo de las malas políticas públicas
26 mar 2020
Fuente: Por: Gary Antonio Rodríguez Álvarez (*)
¡Cuánto se tergiversan las cosas y cómo se tuercen convenientemente los valores en la política! Por algo me decía mi mamá: "No te metas en política hijito, no te metas, viví de tu trabajo". Por mucho tiempo no lo entendí, pero con el transcurrir de los años me di cuenta de su sabio consejo. La política en sí no es mala -es necesaria- los malos son los políticos y gobernantes aprovechados. Ahora, de que hay honrosas excepciones, sí, pero la excepción confirma la regla.
Muchos quieren llegar a situaciones de poder, pero pocos son los que de verdad lo quieren hacer para servir. Atrás quedaron los años -según dicen- cuando personas notables se lanzaban a la arena política para ejercer la función pública pensando en el bien común, antes que en sí mismos.
Los tiempos cambiaron para mal, el tango "Cambalache" se quedó corto al proyectar lo que sería el Siglo XX -el mundo una porquería (...) un despliegue de maldad insolente (?) ¡da lo mismo un burro que un gran profesor! (?) uno vive en la impostura y otro roba en su ambición". El Siglo XXI está peor, lamentablemente.
Pero no perdamos la fe: mientras hay vida, hay la esperanza de poder mejorar y enderezar las veredas tomando decisiones, buenas decisiones.
Las crisis son una oportunidad para reflexionar sobre lo que pudo ser y no fue, para decidir mejor que antes y no cometer los mismos errores cuyas consecuencias las sufrimos hoy. Así debería pasar en la política -v.gr., en las elecciones- el ciudadano bien informado debería evaluar lo que se hizo bien (acierto), lo que se hizo mal (equivocación) y lo que se pudo hacer y no se hizo (negligencia).
Fuente: Por: Gary Antonio Rodríguez Álvarez (*)