Jueves 19 de marzo de 2020
ver hoy
No es secreto que el artículo 283 de la Carta Magna dejó de regir en el actual periodo edilicio al haber perdido la línea deliberativa, fiscalizadora y legislativa las señoras y señores concejales, demostrando su escaso valor administrativo y falto de coherencia.
Lamentablemente, al interior de ese organismo, se entrelaza la figuración de gente presumida que quiere aparentar lo que no es, llevando adelante una lucha intestina por ver quién llega primero a ocupar la silla de primera autoridad municipal, atropellando, inclusive, disposiciones jurisdiccionales específicas.
Eso se pudo evidenciar al dar lugar a que se imponga el favoritismo político y la aberración jurídica en favor de una persona que ha renunciado y fue devuelto como Alcalde, actitud que ha servido para manipular un enfrentamiento entre orureños.
Por esa circunstancia, vale mucho la apreciación de mis paisanos en sentido que nuestra ciudad no merece un gobierno municipal ineficiente, dejando establecido que la posición de los munícipes y del burgomaestre, nunca debilitarán la fuerza, el vigor y la resistencia de los verdaderos hijos de la tierra del gran Pagador, porque llevamos en las manos la crispación dichosa del trabajo.
Fuente: Por Guillermo Moscoso Bermúdez