Esta temporada el paÃs está viviendo un periodo electoral, que ha motivado el inicio de campañas lectorales de las que participarán ocho alianzas y partidos polÃticos (cuatro partidos polÃticos e igual número de alianzas polÃticas), registrados, en el Tribunal Supremo Electoral. En todo proceso electoral es indispensable los debates electorales entre candidatos presidenciales (Presidentes, departamentales (Gobernadores), y municipales (Alcaldes) que desde hace 14 años han dejado de efectuarse perdiendo su importancia y obligatoriedad además quebrantando los principios democráticos como el diálogo que se manifiesta en el Intercambio de opiniones e ideas de manera pacÃfica, que implica escuchar y emitir opiniones o sugerencias acerca de un asunto de interés común para llegar a un acuerdo y Publicidad y trasparencia, que se exterioriza en la difusión de los programas de gobierno de cada uno de los ocasionales candidatos a elecciones y la transparencia que debe existir en los candidatos en las polÃticas económicas en ocasión de afrontar futuras dificultades económicas para mantener la estabilidad monetaria en un eventual desequilibrio financiero.
El debate electoral es un tipo de exposición y discusión de polÃticas socioeconómicas mediante el cual, los candidatos a un proceso eleccionario, se confrontan ideológicamente, en igualdad de condiciones, exponiendo las propuestas de sus programas de gobierno, asà como su posición y postura frente a diferentes eventuales temas o controversias de interés nacional e informar a la opinión pública con respecto a quienes son y qué es lo que pretende realizar cada candidato, si es que saliesen electos e influir en los votantes, en especial los llamados "indecisos", con el objetivo de que puedan despejar sus dudas sobre un candidato e incluso cambiar o definir su intención de voto. El hecho de que un candidato se presente a debatir frente a sus circunstanciales contendores polÃticos demuestra un buen ejercicio de la democracia, la transparencia polÃtica y la libertad de expresión en un paÃs democrático. El debate electoral es una pieza fundamental en el modelo de comunicación polÃtica de las democracias. La exposición de ideas, plataformas electorales, programas de trabajo y propuestas que hacen los participantes en las contiendas resulta fundamental no sólo como una estrategia de propaganda, sino como una forma de crear espacios para la transparencia, el flujo libre y cristalino de la información. No obstante, es primordial que los formatos de debate permitan la libre discusión de plataformas mediante la participación de la ciudadanÃa en la elaboración de un modelo más flexible, que configure los debates como herramientas importantes para incentivar un voto más informado y razonado.
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En esta última temporada, a los debates electorales -entre candidatos-, se les soslayó el carácter obligatorio ocasionando su pérdida de vigencia e importancia en el paÃs, sin embargo los distintos medios de comunicación televisivas acertadamente asumieron la iniciativa de promover estos debates con algunos candidatos, actividad que tiene su trascendencia mediática e influye en la decisión de los ciudadanos indecisos al momento de emitir su voto, acciones que deben continuar en estricto cumplimiento y observancia a la libertad de expresión. En este contexto el Tribunal Supremo Electoral como órgano rector de procesos electorales tendrÃa la obligación constitucional de promover y organizar esta clase de actividades democráticas, con el propósito de restablecer esta norma electoral y constituirla como obligatoria para todos aquellos candidatos que participen en procesos electorales.
En el entendido de que los debates electorales son exposiciones de programas y propuestas de trabajo e intercambio de conceptos, propuestas, opiniones y criterios entre candidatos electorales sobre problemas de interés regional y nacional con la participación de la ciudadanÃa, el órgano electoral en convenio con empresas de redes de Televisión, Asociación Nacional de la Prensa (ANP) y analistas polÃticos tendrÃan que organizar debates electorales centrales y únicos con asistencia obligatoria de todos los candidatos de acuerdo a la clasificación: a) :Presidenciales (Presidentes), b) Departamentales (Gobernadores) y c) Municipales (Alcaldes) La organización en el primer caso estuviese bajo la responsabilidad de Tribunal Supremo Electoral, en tanto que los siguientes estarÃan a cargo de los Tribunales Electorales Departamentales Es importante la obligatoriedad de estos debates que se tendrÃan que efectuar diez dÃas antes a las elecciones con la participación de todos los candidatos cuya intervención se sujetarÃa a un sorteo para conocer el orden y dÃa de participación con un lÃmite de dos exposiciones por dÃa con una duración de hora y media por participante disgregados en a) exposición del programa de trabajo.- Con un tiempo de 30 minutos, b) Preguntas y respuestas.- con duración de hora y media con control estricto de 3 minutos para respuestas replicas y duplicas las que podrÃan ser formuladas por los candidatos adversos, analistas, público asistentes y por medio de las redes sociales Es trascendental el papel o la función que desarrollarán los moderadores que serÃan meritorios periodistas seleccionados por la Asociación Nacional de la Prensa Al concluir estas exposiciones el órgano electoral en coordinación con la ANP y los analistas polÃticos elaborarÃan un resumen de estos debates, para su posterior publicación y difusión por diferentes medios de comunicación, 5 dÃas antes al proceso electoral en apego legal del Art. 116 inc. b), de manera de hacer conocer a la ciudadanÃa en general las posiciones de los diferentes partidos y Alianzas polÃticas sobre los temas de mayor relevancia para el paÃs.
En este contexto es importante reconocer que los debates electorales televisados, se han convertido en una caracterÃstica tÃpica de las campañas electorales que tienen particularidades que lo configuran como una forma de comunicación polÃtica, con tres caracterÃsticas 1.- A diferencia de la cobertura mediática habitual, provee a los votantes la oportunidad de escuchar directamente a los candidatos y conocer de cerca sus posiciones respecto a los temas de campaña y los de interés nacional asà como sus cualidades como polÃticos 2.- los debates televisados hoy en dÃa alcanzan normalmente una audiencia superior a la que presentan otras formas de comunicación de campaña, consiguiendo segmentos del electorado que habitualmente no se exponen a la información polÃtica, como votantes indecisos 3.- Este formato genera a su vez mucha información mediática y, por lo tanto, estimula de forma indirecta la discusión polÃtica entre los ciudadanos en mayor medida que otros eventos.
Fuente: Por: Ramiro Siles Velasco