Caminando Cámaras

Hace unos días, llamaba la atención una noticia relacionada con la instalación de cámaras de vigilancia en una o varias unidades educativas de una provincia cercana a nuestra capital. Hasta aquí, la novedad parecía no ser tan llamativa, hasta que se supo el detalle de que las cámaras estaban siendo instaladas al interior de los cursos.

Por cierto lo anterior causó justificada inquietud y alarma entre docentes, especialmente. Por supuesto, que autoridades ediles de aquel municipio y juntas escolares veían el asunto como algo normal.

ARGUMENTOS

ENDEBLES

E INFUNDADOS

PRIVACIDAD

EDUCATIVA

Hablar de una privacidad educativa no es algo jalado de los cabellos. Esta siempre existió desde el momento en que los escolares descubren otra persona, al margen de los padres, en las maestras y maestros. En la primaria se desarrolla un nexo especial entre docentes y estudiantes y lo propio ocurre en la secundaria, cuando las y los jóvenes interactúan con varios maestros y/o maestras de diferentes especialidades, acomodándose a diferentes asignaturas con sus peculiaridades y características propias.

Ahora bien, cada docente crea y desarrolla en su aula una atmósfera especial, un ambiente de confianza muy propio con sus estudiantes. Los docentes, de acuerdo a características y peculiaridades personales pueden ser reflexivos, exigentes, pacientes, empáticos, tolerantes, humoristas, comprensivos, muy dinámicos, etc. Por cierto, todo lo anterior en el marco de parámetros didáctico pedagógicos aprendidos en las normales.

Este ambiente de "familia aúlica", esta intimidad del proceso enseñanza aprendizaje, entonces, merece un grado de respeto y no intromisión, de parte del entorno educativo (llámense padres e, incluso, directores).

AMBIENTE

PROPIO

Los docentes saben llegar a sus estudiantes para la motivación correspondiente con estrategias no siempre aprendidas en las escuelas normales, sino con algo de creatividad propia. Recordemos al gran maestro boliviano Jaime Escalante que triunfó en Estados Unidos saludando a sus estudiantes en aymará, permitiendo que sus dirigidos le llamaran "kimo" (en alusión a un piel roja) y motivándolos con frases como: "ustedes son descendientes de mayas y llevan la matemática en la sangre"

Quizás esta frase, dicha en Bolivia, sonaría a discriminación, pero a Escalante lo llevó a la gloria.

Cabe preguntarse si el Maestro Escalante hubiese tenido el éxito si hubiese sido vigilado con cámaras intrusas. Quizás sí, quizás no, lo cierto es que éste maestro desarrolló una personalidad muy propia, sin celosas miradas de control. Se dice que se concentraba tanto en las clases que se olvidaba de firmar la asistencia.

CONFIANZA

Tiene que confiarse en las maestras y maestros bolivianos, antes de espiarlos sin motivos valederos. Como en todas las profesiones del mundo, habrán algunos casos negativos, pero un abrumador porcentaje mayoritario nos señala la vocación y el sacrificio de maestros que sólo quieren ser mejor reconocidos como en otras latitudes, tanto en respeto como en compensación económica.

Hay una frase que madres y padres suelen repetir cuando afirman que "los maestros son los segundos padres de nuestros hijos". Si esto es así, ¿por qué desconfiar de los segundos padres? Pero también se dice que "los padres son los primeros maestros de sus hijos", Entonces, si madres y padres educan bien a sus hijos, no será necesario dudar de los mismos y perseguirlos con cámaras. ¿O no?

(*) Es Licenciado en Comunicación Social

Fuente: Por: José Mateo Gambarte Flores (*)