Revelan despilfarro de recursos

En la medida que se hacen investigaciones y se efectúan controles en varias instituciones del esquema gubernativo pasado, se establece una serie de irregularidades en el manejo de los fondos públicos, dineros de todos los bolivianos que los dispuso el Estado.

El actual ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Luis Parada, ha revelado que el Banco Central de Bolivia (BCB), obligado por leyes aprobadas por la Asamblea Plurinacional, de mayoría "masista", financió en 14 años una cantidad de mega proyectos, sin previa justificación técnica, económica ni financiera, alterando sensiblemente la economía nacional.

El titular de finanzas, informó que el anterior gobierno, fue favorecido con una condonación de la deuda externa, en una proporción del 60 %, sin embargo, el mismo régimen incrementó en una proporción de cinco veces la deuda externa para financiar proyectos de inversión pública que no son rentables.

El análisis de las cuentas en la actualidad es delicado, se menciona que en el anterior proceso estatal se ejecutaron algunos proyectos (suntuarios) y se admitió la elevación de costos para carreteras. Se aclara que no era necesario llegar al exagerado nivel de endeudamiento, porque el país atravesó por un periodo de buenos ingresos que permitieron elevar en cinco veces el crecimiento del PIB, con liquidez asegurada.

Lamentablemente tales recursos fueron mal gastados y se usaron en proyectos sin rentabilidad, lo que constituye un abierto despilfarro de fondos. Como ejemplos se consignan la construcción de la sede de Unasur, canchas y coliseos de capacidad para 30 mil personas, en localidades en que toda la población no pasaba de 10 mil habitantes. La casa del pueblo, edificio sin ninguna proyección rentable, así como otras obras por el sistema de "llave en mano", en las que no se exigió fiscalización, por lo mismo sin ningún control en el uso de fondos.

Como va la situación, el actual gobierno y en su proceso de transición, tiene la obligación de establecer, si el tiempo se lo permite, el valor global de la deuda que tiene el Estado, la situación del BCB, el monto de las deudas externa e interna y las posibilidades de hacer frente a las contingencias del presente, adoptando una serie de restricciones en algunos gastos que no corresponden a un Estado deficitario y que tiene fuertes obligaciones que cubrir sin que exista una reserva de recursos que pudo lograrse cuando nuestras materias primas se vendían en buenos precios. Lo que sucedió fue exactamente lo inverso, se despilfarraron los fondos públicos y se elevó el déficit fiscal y comercial. Esa es la realidad de la economía nacional.