Preocupante descenso en precio externo de minerales

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Al cierre de la pasada gestión 2019, en el registro internacional del precio de los minerales, se estableció un bajón en el caso de varios que son producidos en las minas de Bolivia, tal el caso del zinc, estaño, plomo y cobre entre otros, debido a factores de competencia entre productoras industriales de países que compran nuestros productos mineros, los que al carecer de valor agregado, se comercializan "en bruto" perdiendo cierta cualidad de algunos minerales que otros países venden, pero lo hacen con valor agregado al comercializarse como metales, una circunstancia que en el caso boliviano sólo se da con el estaño fundido.

La causa para la caída en el precio del zinc, se atribuye a la situación que confronta la China, el principal comprador de este mineral y que ha decidido disminuir sus compras al parar la construcción de grandes obras en muchas ciudades, mientras sostiene un problema con la potencia del norte, un hecho que pese a muchas dificultades, parece que encontrará soluciones que favorecerán el restablecimiento de un fluido comercio de minerales, para reactivar las industrias en los dos grandes países. Esa opción favorecerá la importación de minerales, entre estos principalmente el zinc.

Es comprensible la preocupación de los productores mineros, pero también de las autoridades departamentales, pues la bajada de precios, se traduce en una caída de ingresos, disminuyen las regalías y las Gobernaciones y Municipios reciben menos ingresos para cubrir sus gastos operativos. El departamento de Potosí, es el más afectado, pero también son parte de ese efecto negativo los distritos de Oruro y La Paz, que tienen menos ingresos en sus cuentas.

La situación que complica a los productores de zinc a nivel internacional, tiene sus consecuencias directas en el movimiento de muchas industrias, pues se menciona que en la gestión 2019 se produjo en el mundo 11 millones de toneladas de zinc, del total de este elemento (químico - metálico), 45 % se destina al rubro de la construcción, un 25 % consume la industria de transporte, un 23 % para usos de consumo y electrodomésticos y el restante 7 % insume la actividad de ingeniería. Pero además hablando del zinc y en la actualidad es de un requerimiento de alto porcentaje para utilizarlo en la fabricación de baterías, que son recicladas, sin que se dañen sus condiciones químicas y físicas, además aventajan a la competencia si se trata de la fabricación de pilas de zinc y carbono que resultan más durables y menos costosas en el mercado internacional de la actualidad.

La producción de zinc es considerada muy importante y estratégica a nivel mundial, dadas las características del mineral en los países que lo producen. Australia tiene la mayor reserva de zinc del mundo con aproximadamente 64 millones de toneladas métricas, luego se menciona a la China y Canadá; en nuestro continente el Perú lidera la producción de zinc y le siguen Chile y Ecuador, mientras Bolivia ocupa el octavo lugar en reserva de zinc, aunque oficialmente no hay un dato que avale ese potencial.

Sin embargo la información oficial señala que los principales mercados para el zinc boliviano fueron Japón, China y Australia, que tienen reservas pero las incrementan más, se suman Corea del Sur, Bélgica, Finlandia y España, de acuerdo a los datos del INE y utilizados también por el IBCE.

En cuanto a otros minerales, preocupa el prolongado tiempo en que se mantiene una baja cotización de la libra fina (LF) de estaño que fluctúa en la actualidad entre 7.50 y mucho menos de 8.oo $us, lo que significa un grave problema en la minería estatal de nuestro país, sabiendo que un costo de equilibrio productivo está por encima de 8.50 $us LF. El plomo está en 0.85 la LF y también es un valor que no cubre los gastos de operación. En cuanto al cobre, el precio que controla el vecino chileno, por ser el mayor productor de ese mineral, está por encima de los 2.58 la LF y en nuestro medio por la reducida cantidad de nuestra producción, es un precio poco comercial.

Estamos atravesando un periodo con restricciones en el precio de ciertos minerales y las opciones que podrían darse más adelante, una vez que sean superadas condiciones exógenas a las que rigen en el medio minero sudamericano, en especial en el caso boliviano, cuya economía es altamente dependiente de las exportaciones de materias primas, gas y minerales.

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Fuente: Portal Minero