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Viernes 28 de febrero de 2020

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Perspectiva Minera

La espiral de precios complica la producción minera en el país

28 feb 2020

Fuente: Portal Minero

Cualquier variación en los precios internacionales de minerales, altera directamente la economía nacional

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Hay que entender el problema por la parte más frágil de la línea que demarca la actividad minera en el país y que no es otra que la extrema dependencia del sistema productivo minero, de la cotización internacional de los precios, sistema sujeto a vaivenes de diverso origen, incluso a las alternativas que se producen entre potencias industriales, en función de una dura competencia en los grandes mercados internacionales.

Recientemente hemos hecho un seguimiento obligado al conflicto que de manera prolongada sostuvieron, el coloso asiático, la China y el país más rico del mundo Estados Unidos de Norteamérica, los dos en una negociación que sin llegar a su total aceptación, permitió una tregua que hizo posible el restablecimiento de negociaciones y consiguientemente el intercambio industrial y comercial en su enorme perímetro de acción.

La China desaceleró su economía y los minerales sintieron el efecto al marcar un descenso en las cotizaciones, un hecho que teniendo origen en las grandes transacciones, simple y llanamente se aplican en los negocios, entre los que de manera imperceptible para los capitalistas, pasa que nuestra venta de minerales pierde puntos en doble acción, porque además de ser muy bajos por la calidad de nuestros concentrados, se descuenta el valor de otros contenidos que son separados en las fundiciones y que disminuyen el precio de nuestra materia prima que carece de valor agregado, salvándose de tal proceso, sólo el estaño que se convierte en metálico en la fundición de Oruro.

Industrialización

El ideal de mejorar nuestra minería, está justamente en el ambicioso proyecto de industrializar nuestros minerales, una historia que se repite pero que no avanza mínimamente, se trata tan sólo de "buenos deseos", pero poca acción práctica para activar nuestra industria metalúrgica, poniendo en regla y producción permanente, el complejo de Karachipampa, donde tendríamos lingotes de plomo y plata, mejorando nuestra oferta de exportación..

Durante una larga gestión gubernamental y varios ministros de minería, que a su turno no hicieron cambios, ni en periodos de buenos precios, como le tocó al último ministro, que sólo dedicó su gestión a mucha palabrería y pocos resultados prácticos. No hay que confundir con proyectos de incentivo minero, las inversiones "complejas y enredadas" de los macro proyectos del litio en los salares de Uyuni y Coipasa, tampoco el de hierro en el oriente del país, esos dos casos eran ineludibles en su ejecución, ante la competencia, imparables de países vecinos en el caso del litio. En el Mutún, oriente nacional, se hace un nuevo intento de poner en marcha la construcción de un complejo siderúrgico y se espera que este sea el vencido.

Minería tradicional

Llamémosla así, tradicional, entendiendo que la referencia tiene que ver con la minería estatal, que proviene de muchas décadas atrás y que por esa maravilla natural de su composición natural, sigue siendo yacimientos que dan vida a la minería estatal, pero que con su larga vida, han entrado a un proceso de paulatino agotamiento, por lo que necesitan ser reemplazados con nuevos emprendimientos que se consoliden tras prospecciones y adecuada exploración.

En una incómoda situación está la minería mediana privada, que en realidad sostiene actualmente los yacimientos más rendidores del país, gracias al aumento de capitales y tecnología, caso concreto de San Cristóbal, pero con un vacio total de nuevas inversiones, debido a la falta de seguridad jurídica para garantizar el movimiento de capitales y alentar planes minero metalúrgicos como los que se desarrollan en países vecinos, Perú, Chile y Argentina.

En minería, en función de tiempo es hablar de muchos años y fuertes inversiones. Un ejemplo, la minera San Cristóbal, demoró 10 años para comenzar su producción, millones de dólares se gastó en el proyecto, Bolivia ha sido siempre un país minero, pero en tantos años de extraer su riqueza minera, no ha logrado consolidar una base financiera y técnicamente operativa para aprovechar su materia prima. La situación presente es de simples expectativas y una esperanza de que nuevas autoridades en el sector, dinamicen responsablemente el funcionamiento de una nueva minería que fortalecida financiera y tecnológicamente operativa, deje de ser dependiente del vaivén de los precios internacionales y tenga la capacidad de ampliar su industria minero - metalúrgica. El asunto no es sencillo, pero tampoco es cosa del otro mundo. Todo depende de capacidad, responsabilidad y buena voluntad de autoridades y profesionales de la materia a cargo de la política minera nacional.

Agencia Uru. Medios. PM.

Fuente: Portal Minero
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