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Domingo 16 de febrero de 2020

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Revista Dominical

Republiquetas, ayer y ahora

16 feb 2020

Fuente: Textos: Álvaro Montoya Ortega (*)

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Después de la crisis electoral por los resultados de las elecciones generales del pasado 20 de octubre de 2019, se conformó un gobierno provisional cuya labor fue llevar a cabo la pacificación del país. Dicha pacificación se ha llevado a cabo en casi todo el territorio nacional, pero ese "casi" es el elemento a sopesar el día de hoy, pues, transcurridos varios meses, en algunos sectores del país la presencia de la policía y las autoridades estatales es inexistente.

El ministro de gobierno, Arturo Murillo, declaró al respecto: "el Gobierno continuará persiguiendo y encarcelando a los narcoterroristas y no permitirá republiquetas en el país" refiriéndose a la provincia del Chapare situada en el Departamento de Cochabamba.

Declaraciones fuertes en un contexto minado de divergencias, lo que hace pensar: las republiquetas, aquellas extensiones territoriales de antaño que organizaron rebeldes como Ascencio Padilla, o el "Moto Méndez", ¿se pueden transfigurar a una óptica contemporánea?, ¿cuáles eran las características de las republiquetas y por qué Murillo se empeña en señalarlas a la hora de referirse al Chapare?

Las republiquetas altoperuanas, que se conformaron entre 1811 y 1825 durante el periodo de las guerras de independencia hispanoamericanas, escapaban a las regulaciones y leyes que la corona española había estado instituyendo hasta el alejamiento de Fernando VII del trono por las fuerzas napoleónicas. En su momento, las republiquetas también rehuyeron de la política realista de Lima y de las aspiraciones de Buenos Aires después de las disidencias generadas por las incursiones de los ejércitos auxiliares y sus abusos.

Eran el producto de las fuerzas estructuradas por los rebeldes, que lograron organizar ejércitos, y los espacios geográficos que administraron. La mayoría de las republiquetas ocuparon zonas rurales, ya que el sitiar ciudades era más complicado y estas se encontraban más defendidas por las tropas realistas. Las más afamadas y exitosas fueron las de Ayopaya, Larecaja, Santa Cruz, y otras tantas no tan extensas ni exitosas.

Si bien, el concepto de republiquetas es algo anacrónico para la coyuntura actual, existe en el plano contemporáneo una serie de áreas o sub áreas, tanto rurales como citadinas, que están siendo objeto de transgresiones contra la institucionalidad; es decir, constituyéndose bajo dos órdenes paralelas, el estatal y el de un ente irregular.

Dichos espacios son conocidos como "no - go areas". El término anglosajón hace referencia a la constitución de espacios dentro de un territorio nacional o municipio en los que la ley y la institucionalidad no existen, o su existencia es en extremo precaria debido al debilitamiento estatal y su disminuido marco de acción. Los estados debilitados, ya sea por la distancia, los conflictos bélicos o la presencia de grupos irregulares, son el escenario perfecto para la aparición de VNSA (violent non - state actors) o actores violentos no estatales, quienes, como en el caso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) logran hacerse con el control de un espacio territorial dentro de la jurisdicción de un Estado que no es capaz de suprimirlos o expulsarlos. En consecuencia, el control estatal sobre el área se ve debilitado, por lo que los VNSA, después de expulsar a las fuerzas gubernamentales, comienzan a suplir las funciones del Estado: brindar seguridad a los ciudadanos, la regulación y la aplicación de la ley, así como brindar los servicios básicos a la población. Si concurren esos elementos, se ha constituido una "no - go area".

Pero no todas las "no - go areas" son espacios tan extensos como los tomados por las fuerzas irregulares antes mencionadas. Muchas se limitan a espacios o barrios demarcados tomados por grupos violentos. Es el caso de los skinheads en algunas ciudades conservadoras de los Estados Unidos, el caso de las pandillas en El Salvador o los afamados "guettos" y favelas, donde el orden del día, los castigos disciplinarios e incluso las "leyes" son dictadas por actores no estatales, que gozan de un poder forjado por la violencia o la amenaza de su uso.

Entonces, una republiqueta, en términos actuales, sería una extensa "no - go area" que escapa del poder estatal, como escapaban estas de los dictámenes de España durante las gestas de independencia.

Sin embargo, el meollo del asunto aquí es la denominación de un área específica de nuestro territorio clasificada como republiqueta; es decir, "no - go area", por el ministro de gobierno.

En determinados espacios del territorio chapareño se han visto casos complicados de esclarecer, incluso actos de violencia armada a cuerpos estatales de seguridad (Umopar) y ahora el gobierno se ve arrastrado a una negociación (que no debería ser) para permitir el ingreso de la Policía y el ejército nacional a un territorio que jurídicamente está administrado por el Estado boliviano y que, por lo tanto, debería ser de acceso irrestricto a sus autoridades, que deberían estar en la potestad de poder realizar un acto electoral en dicho espacio geográfico sin contemplar si se ocupará para su control a la policía nacional o la policía sindical. ¿Estaremos ante una posible "no go - área" ?, ¿una republiqueta contemporánea? o, quizás, sólo una muestra más de las paradojas de la Historia y de una Bolivia que nunca fue una sola.

(*) Es socio de número de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP)

Fuente: Textos: Álvaro Montoya Ortega (*)
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