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Domingo 16 de febrero de 2020

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Revista Dominical

Apuntes para una genealogía de la Diablada

16 feb 2020

Fuente: Por: Miguel Ángel Foronda Calle (*)

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Más allá de las referencias la historia de la Danza de la Diablada, muchas veces es limitada al siglo XX teniendo como uno de sus principales hitos el nacimiento de la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro el año de 1904. De esta Diablada, también conocida como la de los "Mañazos", nació, de entre un grupo de sus miembros a quienes denominaban "pijes", la Fraternidad Artística y Cultural "La Diablada", ello sucedió el año de 1944 y así sucesivamente fueron naciendo similares instituciones, pero también otras fueron desapareciendo. Sin desmerecer estos hitos, porque de hecho son importantes, me gustaría lanzar algunos datos para comprender que la danza ícono del Carnaval de Oruro no debe limitarse o sólo priorizar su estudio al siglo XX, es importante mirar más allá, construir una genealogía de mayor alcance, así tendremos mayores sustentos ante los constantes intentos de apropiación que vienen en mayor intensidad por actores foráneos.

Un primer dato a tener en cuenta es el trabajo de Don Zenón Goitia quien no era cualquier persona puesto que como señalaba Julia Elena Fortún (1961: 8) fue considerado como: "una figura tradicional para todos los investigadores de la diablada". Esta consideración pudo deberse a dos razones: 1° publicó diversos artículos periodísticos que hacían referencia a la danza de la Diablada; y 2° a mediados del siglo XX fue considerado como uno de los más viejos bailarines de la danza diablezca siendo miembro de la Diablada de los Mañazos desde inicios del siglo mencionado.

En esta oportunidad, del trabajo de Goitia, nos interesa hacer referencia a uno de sus artículos titulado: "Sobre el posible autor de la danza de los diablos" que constituye un testimonio importante donde se da cuenta de dos aspectos relevantes. En primer lugar que ya para el año de 1896 se contaba con la danza de diablos, que dicho sea de paso en ese entonces era conocido por ese apelativo, la referencia de diablada llegaría posteriormente. Segundo, la danza de diablos existente en 1896 se encontraba en una situación de "decadencia" por la falta de pasantes quienes deberían cubrir los gastos de la fiesta, no obstante para el año de 1904 se marcó el inicio de una época de "auge" cuando asumieron como pasantes (alférez) Facundo Jiménez y su esposa Rosenda Medina (Goitia, 2019: 12). Estos aspectos llevan a una primera conclusión importante: no fue el año de 1904 la primera aparición de la danza de los diablos sino la "reorganización" o "refundación" de ella que tiene una data de mayor antigüedad. Esta conclusión sería constatada por diversas fotografías de los Mañazos donde en sus respectivos estandartes se hacen referencia al tema reorganizativo; pero además se tiene el testimonio de Pedro Pablo Corrales que ratifica esta situación, dicho testimonio se encuentra en una transcripción en el N° 41 de la Revista Historias de Oruro.

Un segundo aspecto, que nos proporciona evidencia de que la diablada tiene data anterior al siglo XX, se encuentra en fuentes hemerográficas. Gracias a la copia proporcionada por el investigador Fabrizio Cazorla se puede evidenciar en una nota del "Periódico eventual" El Republicano, del año de 1868, que la danza de diablos ya se ejecutaba en Oruro, la alusión a ellos señalaba en un extracto: "Bajo sus lujosos y elegantes disfraces y con su música y baile entusiastas, ostentan un gusto y gracia singulares y, después, una moderación que han merecido un elogio general y justo.".

Tercer aspecto que se encuentra en el famoso relato de los siete pecados capitales que año tras año es representado el Lunes del Diablo en proximidades del Santuario de la Virgen del Socavón, principalmente por la Diablada de los Mañazos. Este relato, conocido en el país español bajo el denominativo de Auto Sacramental, fue escrito el año de 1818 por el sacerdote Ladislao Montealegre, pero no sólo eso sino que fue representado y danzado; posteriormente continuó siendo transmitido por Felipe Montealegre, quien se entiende era pariente del sacerdote, de ahí se explicaría que este último manejaba los escritos originales de esta obra teatral, pero además llegó a ser director teatral y de danza de la diablada de los Mañazos a inicio del siglo XX (Goitia, 2019: 12; Fortún, 1961 :8). Lo que acá conviene resaltar es la data de este escrito que nos ubica en un período pre republicano y que también se inscribe en lo que hoy es el territorio orureño.

A partir de los tres elementos mencionados, que no son los únicos por cierto, queda claro que es necesario ver a nuestra diablada, a nuestra danza de diablos, más allá de la historia del siglo XX, sin lugar a dudas, 1904 con la fundación de la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, se produce una "reorganización", una "refundación" de una danza ya existente, es por ello que este hecho constituye un eslabón con la historia previa y posterior de esta danza. Así pues, a partir de este eslabón debemos establecer relaciones a períodos anteriores que claramente llegan a épocas precolombinas como sostienen varios investigadores como Condarco, Revollo, Cazorla, entre otros. Con estas líneas quiero provocar a investigadores, a nuestras futuras generaciones, a seguir indagando y no limitarnos al aspecto mítico sino a las fuentes documentales que son con las que contamos en la actualidad, así podremos conocer y defender fundamentadamente nuestro patrimonio.

(*) Es Investigador y Gestor Cultural

arcangelmiguelf@gmail. com

Bibliografía

Fortún, Julia Elena (1961). La Danza de los Diablos. La Paz: El Progreso

Goitia, Zenón (2019). Sobre el posible autor de la danza de los diablos. En: Oruro, Gobierno Autónomo Municipal (2019). Memoria Danza de la Diablada. Pp. 12

Fuente: Por: Miguel Ángel Foronda Calle (*)
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