Marcada dificultad en desarrollo minero

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Desde hace tiempo atrás el tema minero se ha convertido en un albur, pues nadie puede explicar el hecho de que en más de 10 años no se hubiera realizado por lo menos un nuevo emprendimiento minero, considerando que un periodo así de largo, significó poner en marcha, desde su prospección y luego su explotación en el proyecto San Cristóbal, además de que todo ese tiempo se trabajaba intensamente, pues técnicamente el proyecto estaba avalado y se dieron ciertas condiciones para su ejecución, las que no existen ahora, ni siquiera para "arañar algún yacimiento", como explican dirigentes de los sectores de mineros asalariados, con menos posibilidades del sector privado que mientras no se disponga garantía jurídica para invertir, no incurrirán en errores de empezar proyectos que luego son avasallados. En el caso de las cooperativas, puede haber recursos provenientes de un acuerdo político, pero no hay decisiones para acometer proyectos de magnitud.

El ex ministro de minería que salió recientemente del país con algunas dificultades, no concretó ningún contrato de beneficio para la minería estatal, sabiendo que los yacimientos de las minas tradicionales están cada vez con menores reservas y no hay planes efectivos para intentar un proyecto de diversificación de áreas al interior de esas minas. Sin embargo hay un proyecto para reactivar Huanuni con una gigante operación a "cielo abierto", pero no se ha hecho ningún intento para debatir técnicamente ese proyecto.

Mientras tanto "hay un silencio cómplice" sobre el proyecto Lucianita, un ingenio que fue construido sin tomar en cuenta el elemento básico de provisión de suficiente agua para su funcionamiento. Nadie dice nada, pero es evidente que deben haber culpables, entre autoridades, dirigentes y fiscalizadores, para dejar que avance ese proyecto que se entregó con marcado atraso el 2015 y que a la fecha 2020, todavía no funciona. Un secreto a voces que junto a otros se mantiene en un silencio de mucha gente comprometida.

Otro de los problemas tiene que ver con la metalurgia y el elefante blanco de Karachipampa. Se gastó mucho dinero para rehabilitar ese complejo que por su antigüedad no responde a nuevas exigencias, sin embargo se sabe que se ha hecho inversiones para rehabilitar el horno Kivcet, pero ni la empresa César Caballero, especialista en la materia, pudo ponerlo en marcha.

La metalúrgica de Vinto, se constituye en la única que opera regularmente, pero todavía no llega a su máximo ideal de producción como se tenía previsto con el horno Ausmelt. Se menciona que falla la provisión de concentrados, justamente lo que debe incrementar Huanuni y tampoco puede porque su millonario ingenio no funciona. Se habla, aunque nadie lo confirma que concentrados de estaño procedentes del Perú se compran en Vinto, pero también se compra del Perú minerales de plata y zinc, pero en este caso para Karachipampa, sin embargo no hay nada oficial sobre lingotes producidos en la fundición de Potosí.

Como sea el asunto, nuestra minería no se reactiva hace más de 10 años. Se espera que en el Gobierno de transición se comience por reestructurar la Comibol, sería un buen paso en este rubro.