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Lunes 03 de febrero de 2020

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Revista El Deportivo

Alexander Fernández, el niño karateka nacido para ser campeón

03 feb 2020

Fuente: Por: Dehymar Antezana Periodista LA PATRIA

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El destino tiene preparado para todos un camino, para unos muy silencioso, para otros con una serie de pruebas que a la postre permitirán tener réditos y para los más pocos con una serie de dones que les permiten triunfar más antes que después.

Esa es la ruta que tiene el pequeño deportista orureño, Alexander Gonzalo Fernández Quisbert, quien a su corta edad supo lo que quería ser, ahora es imparable en la cosecha de victorias y más victorias. Hace unos días como premio a esa constancia y sacrificio, recibió el Faro de Plata, en una ceremonia que se realizó en los ambientes del Gobierno Autónomo Departamental de Oruro.

Nació el 25 de enero de 2012, actualmente está en el nivel primario del Colegio Anglo Americano.

La afición de Alexander por el kárate comenzó a los 4 años, cuando se encontraba en la ciudad de Tarija, cuando pasaba por una de esas calles observó a un grupo de karatecas que estaban con sus uniformes, desde ese entonces, él quiso practicar este deporte.

"Me gusta el kárate porque me gusta pelear, además las experiencias que tuve para lograr ser disciplinado. Me gusta ganar torneos, salir en la televisión, por eso me gusta el kárate. Me gusta también por las peleas, por los cinturones, por eso he entrado", indicó.

Sin embargo, de inicio se le presentaron trabas debido a su edad, porque sólo se aceptaban a niños arriba de los 7 años, y él apenas tenía 4. En Tarija no pudo, por ello, sus papás decidieron volver a Oruro y fue en su ciudad que fue aceptado para ser parte del Kárate Kyokushin del Dojo Taborga, quien además se convirtió en su sensei.

A un inicio no se le permitió competir a su corta edad, sólo iba a practicar y conocer el deporte en toda su amplitud, pero Alexander ya quería ser parte de los torneos, situación que se le daría de a poco.

Alexander comentó que con este deporte aprendió humildad, disciplina, respeto a los superiores, además de ser constantes en la preparación para alcanzar un buen nivel.

"Primero hacemos calentamiento, corremos mucho, hacemos polichinelas, hacemos estiramientos y comenzamos a practicar combates. Hablamos japonés, cambió el saludo", dijo.

A un inicio el miedo se apoderó de él porque le dieron duro castigo en uno de los combates, por ello no quiso volver, sin embargo, esa decisión no duraría mucho tiempo ya que volvió con más ganas, con el objetivo de triunfar.

Las aptitudes que comenzó a demostrar eran notables a su corta edad, aquella situación le permitió ganarse un puesto para viajar a Sucre. Este torneo le permitió ganar experiencia, a no darse por vencido, porque él sabía que había nacido para karatista.

Comenzó a ganar los cinturones, como corresponde, primero el blanco, luego el amarillo y ahora ostenta el cinturón naranja. El apoyo de sus papás es muy importante, porque no sólo lo incentivaron a que ingrese a un dojo, sino que indirectamente sus padres se convirtieron en una especie de entrenadores, indicándole, qué tipo de rutinas debe hacer para mejorar su nivel de kárate y así lo hizo.

Asimismo, ellos le acompañan en los viajes que debe realizar, así como en los entrenamientos.

En el 2018, obtuvo la medalla de oro en un campeonato departamental de novatos realizado en noviembre.

El 2019 se convirtió en una senda de triunfos para Alexander, consiguiendo su primera medalla de oro en un campeonato nacional. También logró la medalla de oro en un certamen departamental de novatos efectuado en diciembre de 2019 en Kata.

Asimismo, en kumite logró la medalla de oro en el mismo campeonato departamental y mostrando su destreza logró el subcampeonato departamental, consiguiendo la medalla de plata.

Entre otras medallas que consiguió, fue la de oro en el campeonato municipal realizado el 31 de marzo en la ciudad de Oruro y el 5 de mayo logró el subcampeonato departamental.

Alexander tiene muchos objetivos en este deporte, quiere alcanzar en los siguientes años el cinturón negro y luego dedicarse a ser sensei, que es uno de sus sueños. Con ese dinamismo, inquietud y entrega, este karateca orureño, promete muchos logros para la tierra que lo vio nacer, porque lleva en la sangre el alma de ser un campeón.

Fuente: Por: Dehymar Antezana Periodista LA PATRIA
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