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Sábado 01 de febrero de 2020

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Revista Tu Espacio

PSICOLOGÍA

Ataque de pánico

01 feb 2020

Fuente: Por: Lic Mg. Sc. (c) Rodrigo Aliendre Ramirez Exclusivo para Tu espacio

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Considerando que existen situaciones estresantes o conflictivas que desencadenan comportamientos disfuncionales y que implican un riesgo para la persona al momento de enfrentarlas, nos encontramos con el ataque de pánico, que tiene características peculiares y que deterioran el funcionamiento de la persona.

El ataque de pánico es un acceso brusco de miedo o malestar intenso que alcanza su máximo en cuestión de minutos, tiempo durante el cual se presentan síntomas físicos y cognitivos. Los síntomas físicos son (palpitaciones, sudoración), mientras los cognitivos (el miedo a perder el control o a volverse loco, y el miedo a morir). Un ataque de pánico puede surgir tanto de un estado de calma como de un estado de ansiedad y se debería evaluar el tiempo hasta el pico de intensidad máxima de manera independiente de cualquier precedente de ansiedad, del mismo modo, un ataque de pánico puede regresar tanto hacia un estado de ansiedad como hacia un estado de calma, y posiblemente pueda alcanzar el pico nuevamente. El ataque de pánico se distingue de la ansiedad constante por el tiempo que transcurre hasta el máximo de su intensidad, que se produce en cuestión de minutos, por su naturaleza discreta y, generalmente, por su mayor intensidad.

Hay dos tipos característicos de ataques de pánico: los esperados y los inesperados. Los ataques de pánico esperados son aquellos en que existe una señal obvia o desencadenante, como son las situaciones en las que previamente han ocurrido ataques de pánico. Los ataques de pánico inesperados son aquellos para los que no hay ninguna señal obvia o desencadenante en el momento en que aparecen. Un tipo de ataque de pánico inesperado es el ataque de pánico nocturno (esto es, despertarse del sueño en un estado de pánico), que difiere del pánico después de despertarse plenamente del sueño. Los ataques de pánico están relacionados con una mayor tasa de intentos de suicidio e ideación suicida y otros factores de riesgo de suicidio.

Los ataques de pánico en niños son poco frecuentes. Los adolescentes podrían estar menos predispuestos que los adultos a hablar abiertamente de los ataques de pánico, a pesar de que se presentan con episodios de miedo o malestar intensos. Las personas de edad avanzada pueden estar menos inclinadas a usar la palabra "miedo" y más inclinadas a utilizar la palabra "malestar" para describir los ataques de pánico. Además, las personas mayores tienden a atribuir los ataques de pánico a ciertas circunstancias (procedimientos médicos, situaciones sociales) que son estresantes y pueden proporcionar explicaciones retrospectivas para el ataque de pánico incluso si ocurrió de manera inesperada en la realidad.

En cuanto el diagnóstico del ataque de pánico se debe considerar los ataques de pánico inesperados y recurrentes, y la sintomatología física y cognitiva, pues la intervención profesional (Psicología, Psiquiatría, Neurología, otros), tiene como objetivo la funcionalidad en los entornos familiares, sociales, laborales y académicos de la persona que lo padece.

Psicólogo-Abogado

Contactos: Gabinete Psicológico Cronopio, dirección: Potosí y Murguía, edificio ABC

Oficina N° 7; número de celular: 78607121

Fuente: Por: Lic Mg. Sc. (c) Rodrigo Aliendre Ramirez Exclusivo para Tu espacio
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