La acción del Ministro de Finanzas frenó en seco el deterioro de la economía nacional, por el despilfarro de los recursos públicos, disponiéndose algunas medidas para ordenar el presupuesto, reducir el déficit y optimizar los gastos que corresponden a una adecuada inversión pública, priorizando los que sean de beneficio de la comunidad en general
En menos de dos meses de actividad del equipo gubernamental de transición se ha logrado corregir graves errores que eran práctica común especialmente en el manejo de fondos públicos, esos recursos públicos que perteneciendo al pueblo no pueden ser despilfarrados, por lo mismo su gasto debe ser estrictamente controlado.
Lo que se observó desde hace tiempo atrás, se denunció tibiamente, no se dispuso ninguna investigación y por lo mismo persistía el flujo irregular de fondos del Estado, en buena cantidad de hechos, sin gestiones preliminares y legales, menos bajo responsabilidad de rendición de cuentas, miles de bolivianos sirvieron para pagar caprichosos programas de política partidaria.
A propósito del tema, el Ministro de Economía y Finanzas públicas reveló que "de seguir el despilfarro de recursos económicos, el adeudo fiscal de 2019 hubiera llegado a 9,5%, pero con las medidas asumidas de emergencia se disminuyó ese déficit a sólo 7,7%, inclusive inferior a los registros de las pasadas gestiones de 2017 y 2018". Se trata de un hecho importante, como parte de realizar una eficiente gestión correctiva en el manejo de los recursos públicos.
Una explicación del titular de finanzas, señala que en la anterior gestión existió un gasto desmedido que elevó el déficit fiscal de 3% a más de 6% en los últimos meses del año, producto de un excesivo gasto con relación a los ingresos recibidos. Aplicando medidas de estricto control, se frenó el deterioro del despilfarro público que constituía un aspecto negativo y peligroso en las finanzas públicas.
El ministro de Economía y Finanzas, analizó la situación presupuestaria del país, estableciendo la necesidad de "poner un freno inmediato al despilfarro" y trabajar en el reordenamiento del presupuesto de manera que tenga un norte con objetivos claros, atendiendo las prioridades en las necesidades nacionales, sobre todo aquellas que tienen beneficio colectivo y algunos planes que no pueden detenerse por sus características de utilidad o servicios masivos.
En el tiempo de vigencia del régimen abruptamente concluido por el fenomenal fraude electoral que alteró el voto popular y lastimó los derechos ciudadanos, se mencionaban "condiciones económicas de estabilidad" pero no hubo autoridad ni el ministro de finanzas que revelen la verdadera situación de la economía boliviana seriamente deteriorada por un déficit fiscal recurrente, pues proviene de años atrás y se complicaba en la última gestión, pero se eludía la gravedad del hecho y contrariamente se anticipaba una excelente gestión para seguir manteniendo el mejor lugar entre los países de la región.
Ese fenómeno tiene una explicación según los entendidos y se relaciona con el crecimiento del PIB, gracias a condiciones favorables en cuestión de precios de nuestras materias primas, sin embargo en el trasfondo del caso y en la realidad económica del país, desde hace seis años (2014) el déficit fiscal creció de manera alarmante llegando a 8.11%, el más alto de la última década. Tal situación hubiera "estallado", dejando en una peligrosa situación de insolvencia a nuestra Nación.
La acción del Ministro de Finanzas frenó en seco el deterioro de la economía nacional, por el despilfarro de los recursos públicos, disponiéndose algunas medidas para ordenar el presupuesto, reducir el déficit y optimizar los gastos que corresponden a una adecuada inversión pública, priorizando los que sean de beneficio de la comunidad en general.
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.