Exportaciones agrícolas liberadas

En un país como el nuestro, con un amplio escenario natural para desarrollar todo tipo de prácticas agrícolas, estimando que las mismas constituyen la parte más importante del sistema productivo nacional, no se podía comprender la vigencia de ciertas normas, que restringían y controlaban nuestras exportaciones a través de "certificados de abastecimiento" y el control de precios para ciertos granos, lo que limitaba las exportaciones agrícolas.

Esa regulación inapropiada, pero políticamente aplicada por el régimen que abandonó el país, mereció un tratamiento especial por parte de empresarios agrícolas y las autoridades del Gobierno de Transición que coincidieron en la necesidad de restablecer plenamente los derechos que asisten a los empresarios, liberando las exportaciones de los productos no tradicionales, eliminando paralelamente los certificados de abastecimiento y los controles de precios para los granos.

La determinación de eliminar los certificados de abastecimiento para las exportaciones de granos, en especial de soya y sus derivados, es el resultado de un amplio debate que deja en claro el lamentable perjuicio a un importante sector de la producción agrícola nacional, que retomará en el futuro una paulatina recuperación de mercados y una obligada tarea de incremento en las posibilidades de abastecimiento de granos.

El problema que de manera especial comprometía a los productores de oleaginosas que tenían restricciones para exportar, obligándose a reducir los volúmenes de producción, generando una pérdida que suma entre todos los productores millones de dólares. El asunto retomará una vía de tránsito operable que se espera normalice sus índices de producción y exportación.

Este asunto que tiene característica regionalizada en la agricultura oriental, muestra que existían trabas en actividades supuestamente exentas de controles o regulaciones, si se toma en cuenta que a más exportación de alimentos, mayores serán las posibilidades de lograr beneficios, si como en casos muy concretos, existen mercados externos de amplia demanda.

El tema nos permite abordar un caso muy especial y es el referido a las actividades agrícolas en la zona occidental del país, un amplio territorio que por sus características permite la producción de una amplia variedad de tubérculos y hortalizas que pueden satisfacer la demanda de la región, sin embargo, se da un fenómeno especial y es que esos productos ingresan a nuestro territorio por vía del contrabando y de manera especial desde el Perú. Analizada la causa, la respuesta es simple, hay un latente abandono de agricultores, especialmente los más jóvenes que ante la falta de incentivos prefieren migrar a las ciudades y dejar sus tradicionales ocupaciones.

El sector agropecuario del altiplano merece atención especial de las autoridades, pues se trata de un rubro de mucha importancia, si se considera en esas comunidades a los productores de quinua, el requerido "grano de oro", en grandes mercados del exterior. El occidente merece atención especial y de manera privilegiada la producción de quinua en el distrito de Oruro.