Sábado 18 de enero de 2020
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Editorial y opiniones
EDITORIAL
Presidente argentino fuera de tono
18 ene 2020
Sea como fuese, se trata de problemas internos de cada país, sin embargo en el caso de un asilado boliviano en la Argentina, merece un tratamiento especial, toda vez que declaraciones públicas, muestran una abierta convocatoria al desorden y la violencia en nuestro país. Algo que el Gobierno vecino no puede admitir por las peligrosas connotaciones contra la seguridad nacional
Parecería un error señalar que el Presidente argentino está fuera de tono, sin embargo, observadores políticos en el país vecino, mencionaron tal frase para referirse al "talante" de Alberto Fernández, el mandatario rioplatense que salió de su aparente paciencia, ante las "agresivas" declaraciones del asilado político boliviano, que huyó de su país abandonando la responsabilidad de gobernabilidad que ostentaba hasta que le destaparon un inaudito fraude.
Pero consecuencia más que amistad, con una figura política en parte de la región sudaméricana, hace que el rioplatense le otorgue asilo político al renunciante político boliviano, inicialmente sin restricciones y más bien con amplia garantía de movilización en la bella capital bonaerense. Un asunto mal entendido por el alojado que salió disparando dardos políticos desde su enorme terreno de alojado, llamando a la conspiración en Bolivia, pero además proponiendo la conformación de milicias armadas?al estilo de Venezuela.
Esas abruptas opiniones, vertidas "como Pedro por su casa" olvidando su condición de alojado político, rebasó la paciencia del benefactor obligado a poner el freno de mano a la tarea partidaria del político que diariamente acumula denuncias por el mal uso de los bienes del Estado boliviano y que revela a mucha gente de su entorno, comprometida en millonarios negociados que más tarde o más temprano, tendrán que ser esclarecidos.
Mientras tanto el abuso de la benevolencia concedida al asilado político ha sobrepasado los límites de respeto a las reglas diplomáticas, pero además ha comprometido al "dueño de casa", con declaraciones que comprometen posiciones de política internacional, debiendo considerarse además amenazas e insultos a las autoridades del Gobierno boliviano de transición.