Viernes 17 de enero de 2020

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Editorial y opiniones
Buena educación, llave para cerrar las cárceles
17 ene 2020
Ernesto Choque Quispe
Muchos investigadores de la ciencia de la educación afirman con mucha razón, que la educación del ser humano empieza desde el momento de la concepción y transcurre toda su vida hasta la muerte, también los psicólogos expertos en la evolución manifiestan que el hombre siempre nace bueno, pero con una potencialidad innata de ser un filántropo o un delincuente, que dependerá mucho de la dirección que reciba. En consecuencia el hombre como un ser BIOPSICOSOCIAL, recibe a lo largo de su existencia buena o inadecuada educación, reiterando diremos, que la formación de la personalidad del sujeto depende de las influencias recibidas de la familia y de la comunidad entera, padres, escuela, iglesia, amigos, vecindad, etc., que en su totalidad juegan un papel determinante en la formación del alma o espíritu junto a su desarrollo corporal de la mujer u hombre.
Siendo así nuestra concepción sobre la educación, nos preguntaremos: ¿Cómo está la educación, en forma general, en Bolivia?, ¿Por qué hay en estos tiempos tanta delincuencia?, ¿Por qué tanto hacinamiento en las cárceles? Inmediatamente, con toda honestidad diremos que no hay buena conducta del boliviano porque tenemos serias falencias en la educación en forma general, la formación en valores humanos está sumamente descuidada en los hogares y en los diversos centros de enseñanza, y es todavía peor en el comportamiento de la sociedad, donde campea el alcoholismo desmedido para grandes y chicos que da origen a muchos actos delictuosos, permisividad para prostitución, drogadicción, vagabundeo, y en estos últimos tiempos corrupción a todo nivel.