Martes 14 de enero de 2020
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Editorial y opiniones
Necesidad de reajuste profundo de currÃculo educativo
14 ene 2020
Por: Ernesto Choque Quispe
El actual currÃculo educativo boliviano tiene sus bases profundas en el Código de Educación Boliviana de 1955, que tenÃa un Departamento de CurrÃculo encargado de elaboración de planes y programas, dependiente del Ministerio de Educación y Bellas Artes de entonces, siendo que mereció algunas modificaciones, enmiendas o maquillajes por los diferentes gobiernos de turno, como sucedió con el gobierno de Banzer y muy particularmente con los gobiernos de Sánchez de Lozada y de Evo Morales a través de leyes 1565 y 070 respectivamente.
Y ¿Cuál es el resultado de la aplicación del currÃculo actual? Salta a la vista de todos, que no hay productos deseados de las diferentes instituciones educativas, pues a diario nos enteramos de hechos tan horribles que vienen del comportamiento de ciertos hombres y mujeres que sencillamente nos muestran frutos de la educación vigente, como son los casos de alta delincuencia, horrendos feminicidios y asesinatos, violaciones, alcoholismo y drogadicción, a cuyos hechos nadie pone un alto y aún peor la corrupción que ocurre a todo nivel, que inclusive salpica a autoridades de alta jerarquÃa. Pues no debemos perder de vista que esos hombres y mujeres pasaron por algún nivel de estudio, entonces los hechos por sà nos muestran palpablemente que hay serias falencias en la planificación y aplicación del currÃculo actual. Por eso manifestamos nuestra plena conformidad con el criterio del investigador Edgar Cadima, cuando en su artÃculo de periódico Página 7, del domingo 28 de julio de 2019, textualmente expresa: "De lo que se trata es de emplear y ordenar de manera diferente los factores que intervienen en la educación nacional, estudiantes, docentes, currÃculo, infraestructura, recursos y ordenarlos en un nuevo guión de tal manera que permitan tener resultados y efectos diferentes". El autor de este artÃculo pone énfasis en docentes altamente comprometidos y cambio de diseño curricular que responda a las inquietudes del estudiante y no hacer simples maquillajes cambiando algunos contenidos curriculares o pintando paredes.
