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Domingo 12 de enero de 2020

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Revista Dominical

El tiempo del Carnaval de Oruro

12 ene 2020

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Por: Edson López Aquino

De noviembre a febrero (en algunos casos la primera semana de marzo) es el tiempo sagrado donde se vive el máximo esplendor del Carnaval de Oruro, hoy Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Sin embargo, no es casualidad que entre estos meses se desarrolle nuestra grandiosa entrada, ya que el Carnaval responde a una conexión perfecta al tiempo y al espacio, que ninguna otra festividad nacional tiene.

El calendario andino y el español

Todas las culturas de todos los tiempos han creado sus propios calendarios para marcar los acontecimientos importantes de su cultura, recordar festividades y días religiosos. Todos estos calendarios respondían a una conexión indisoluble con la naturaleza, el medio ambiente y con el cosmos.

Por ejemplo, el calendario español, era (y es) un calendario gregoriano, guiado por las festividades religiosas católicas. Así encontraremos días festivos religiosos como la Pascua, la Navidad, la Candelaria, Corpus Christi y Todos los Santos, entre otros. Además el calendario español, no sólo responde a fiestas religiosas, también se mantienen desde el inicio, festividades paganas que están vigentes en la actualidad, tal es el caso de las ferias de abril de Sevilla, los encierros de Pamplona y el mismo Carnaval, que tiene un significado diferente al de nuestro pueblo.

Pareciera que el calendario español no está ligado al ciclo de la naturaleza, sin embargo hay que recordar que muchas de las fiestas españolas católicas tiene su origen en las festividades hebreas, que en su origen responden a eventos naturales: por ejemplo La Pascua tiene que ver con el nacimiento de las primeras crías de oveja y del cambio de un clima frío a un clima cálido en Oriente medio.

En cambio el calendario Andino, (ya sea quechua, aymara entre otros) explícitamente está conectado con fenómenos vinculados a la Madre Tierra: lluvias, nevadas, sequía, calor, etc.

Cuando los españoles llegaron a estas altas tierras, impusieron muchos de los días festivos al ya existente calendario andino y en algunos casos las festividades católicas coincidían con las celebraciones andinas, tal es el caso del solsticio de invierno y la fiesta de San Juan. Los españoles y sobre todo el clero, aprovechó muy bien este mestizaje para imponer una doctrina diferente.

El Carnaval de Oruro desde el calendario andino

El calendario andino tiene como punto de partida el solsticio de invierno (en el mes de junio) y no así en enero como en el calendario gregoriano (al decir gregoriano nos referimos al calendario civil). Los festejos del Carnaval de Oruro se dan entre los meses de noviembre a febrero, es decir desde el sexto mes hasta el noveno mes en el calendario andino.

El mes de noviembre es el mes de inicio de lluvias en el altiplano, es un mes de opulencia y mucha fecundidad, y también es un tiempo de mucho cuidado para la siembra donde se realiza el deshierbe. Los hermanos indígenas consideran a noviembre como el último mes de siembra.

El investigador Víctor Alanez Orellana menciona que en este periodo se inicia el tiempo andino del "jallu pacha", o tiempo de lluvias, que está impregnado de fiestas y rituales que hacen referencia a la producción y la fertilidad, siendo su máxima expresión la Anata.

Este tiempo tiene mucho significado para los ayllus, markas y las familias andinas, ya que es un momento de regocijo, de fiesta, de agradecimiento, de reciprocidad, de CONVITE entre las comunidades y la Madre Tierra.

En este tiempo también se desarrolla y tiene su origen el Carnaval de Oruro, un fenómeno cultural ligado también indisolublemente a las celebraciones en honor a la Madre tierra. De ahí que todos los martes del Carnaval se ch´alla a la Pachamama.

El Carnaval de Oruro en el calendario cristiano

Hay que dejar en claro un dato importante. En ninguna parte del mundo los días de carnaval pertenecen al calendario litúrgico de la iglesia, ya que no se consideran días religiosos. En cambio en Oruro, es parte de las celebraciones espirituales de la Iglesia local, ya que el Carnaval de Oruro está ligado también a las festividades en honor a la Virgen de la Candelaria.

Coincidentemente también el Carnaval de Oruro comienza después de una festividad cristiana (en noviembre, al igual que el calendario andino) y acaba en febrero con otra fecha cristiana.

El primer convite a la santísima Virgen del Socavón se realiza el domingo después de la festividad de San Carlos Borromeo (4 de noviembre), la Entrada de Peregrinación se realiza sábado porque es el día que la Iglesia dedica a la Virgen María y acaba el martes de ch´alla, puesto que el miércoles, es de ceniza y comienza la cuaresma.

Hay que mencionar también que "el rodeo"; que es una antigua tradición en la cual los pasantes y directivos de algunos conjuntos folklóricos visitaban a amigos, vecinos y personas de buena voluntad, para invitarles a ser parte del conjunto folklórico y bailar por tres años en honor de la Virgen; y lo hacían "rodeándolos" con fardos de cerveza, canastas de frutas y deliciosa comida; se desarrollaba antes del primer convite.

Y es también que "el rodeo" no se realiza en cualquier fecha. Es don Estanislao Aquino quien nos indica que la tradición "del rodeo" se lo hacía entre el 14 de septiembre (Fiesta de la exaltación de la cruz, o del Tata Laguna) hasta el 7 de octubre, fiesta de la Virgen del Rosario. Entre esas semanas, se debía cumplir "el rodeo", no debiendo salirse de esta norma establecida en el colectivo popular.

Carnaval de Oruro, síntesis de la cultura cristiana y andina

Aunque pareciera que el fenómeno del Carnaval visto desde los diferentes calendarios se contraponen, la sabiduría popular ha logrado buscar un punto de encuentro entre estos dos tiempos y combinar de manera armoniosa (por eso el título de Obra Maestra) dos elementos culturales con el mismo valor e importancia: La mirada andina y la mirada cristiana.

Para las comunidades andinas alegrarse con el baile y música en tiempos determinados es algo normal y muy importante, al igual que para los cristianos que festejan con gozo las festividades religiosas.

Se realiza el primer convite en noviembre, porque es un mes donde inicia la lluvia, la bendición de los Apus para una buena cosecha y se hace ch´allando a la Pachamama y al tío de la mina, y de igual manera se lo hace rezando y bailando para la virgen. Es una manera de "convidar" la alegría, la música, comidas y bebidas, no sólo a los hermanos del ayllu o del conjunto folklórico, sino también compartir el inicio de un tiempo (jallu pacha) con lo divino.

El último convite, se da el domingo antes del Sábado de Peregrinación y ahí es cuando se da por finalizada la etapa preparatoria de la Entrada, con veladas, ensayos, liturgias y misas. La semana después del último convite todos los danzarines se dedican exclusivamente a preparar su ropa, caretas, etc. En esta semana no se ensaya ni debieran existir recorridos.

El Carnaval de Oruro tiene un equilibrio perfecto en el tiempo, si bien el carnaval en el mundo entero comienza domingo hasta martes, en Oruro hay otro matiz. El sábado (que no es día del carnaval) está dedicado a la Virgen. El domingo (donde recién empieza el Carnaval) todavía los peregrinos danzantes recuerdan a la Virgen con la realización del Alba, saludando a la "Estrella de la Mañana" a la Mamita del Socavón, y a ella los hermanos músicos dedican sus melodías.

El lunes es dedicado a la despedida y agradecimiento a la Virgen de parte de los danzarines, las últimas coreografías, misas y el famoso paso de la Virgen por arcos de platería, dan por finalizado el honor formal que los conjuntos folklóricos hicieron a la Virgen.

Pero no acaba ahí el Carnaval ya que al día siguiente se recuerda a la Pachamama e implícitamente al Tío de la mina. El regocijo ya no es en las calles, se traslada al ambiente hogareño donde se comparte de nuevo con lo divino. De ahí que oficialmente el Carnaval termina el fin de semana de tentaciones, primer domingo de cuaresma y se llama así porque en todo el mundo se lee el evangelio de las tentaciones de Cristo en el desierto.

Periodistas poco informados van hablando de los convites como ensayos "en limpio" rumbo al Carnaval, distorsionando el sentido del convite que no es un simple ensayo; marca el inicio y el fin de una etapa dentro del Carnaval.

Y causa sorpresa cuando en otras festividades del país (Guadalupe, Urkupiña, entre otras) llaman "convites" a algunos recorridos sin tomar en cuenta que el convite tiene que ver con tiempo y significado para la comunidad. En otras palabras, no se puede hacer convites (como los conocemos en Oruro) fuera del tiempo comprendido entre noviembre y febrero, por lo anterior expuesto.

Que el Carnaval de Oruro siga siendo esa magna fiesta mundial donde confluyen todas las culturas, todas las edades, todas las diversidades que han sabido encontrar nuestra identidad en el perfecto tiempo y espacio. Que cada momento del Carnaval de Oruro nos haga valorar el gran legado que han dejado nuestros ancestros, legado que debe seguir sin perder su esencia y sin perder la meta final que es contemplar aquel rostro moreno de María "La C´antila".

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