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Sábado 11 de enero de 2020

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Revista Tu Espacio

Así es la Alta Tierra de los Urus

Oruro desde las alturas

11 ene 2020

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Un sitio maravilloso del planeta Tierra� es Oruro, así mucha gente difiera con ese concepto, que es lo de menos. Los cerros que están al lado Oeste fueron el origen de su nacimiento, debido a que en sus socavones se encontraron inmensas riquezas de plata que a lo largo de siglos fueron explotadas sin ningún temor.

Al margen de la extracción del mineral, no podemos dejar de mencionar que Oruro no hubiese visto la luz, sino hubiese sido por la gente europea que llegó a este sitio, porque a raíz de esa actividad es que se logró consolidar, primero un asiento minero, luego una villa, para finalmente convertirse en la ínclita tierra de los Urus, esta denominación porque muy cerca se encontraba esta cultura.

Quizá con el primer o algo más siglo de vida de la Villa San Felipe de Austria, este terruño se habría extinguido, sin embargo, algo que le dio vida y a la fecha la mantiene viva, fue la aparición de la Virgen del Socavón antes de la mitad del siglo XVIII y no precisamente el 2 de febrero, sino una fecha que por ahora se mantiene desconocida.

Es menester mencionar que a raíz de la aparición de la imagen de la Virgen Morena, única en el mundo, porque en ningún otro lugar existe la Virgen del Socavón, es que Oruro se levantó por esa fe que se trasuntó en cultura plena, con una mezcla muy complicada de entender entre lo pagano y lo religioso, que sobrevive pese a todo.

La Alta Tierra de los Urus fue la cuna de la libertad y en cuyas calles se gritó la constitución de una Patria, hoy convertida en Bolivia. Esos vestigios están aún en nuestras narices, en el imaginario de la mente y de los lugares que pisamos a diario.

Por ello, fue necesario subir a la cima del Pie de Gallo, para admirar a una tierra bendecida por Dios, apreciar aún esos socavones en medio de la roca, hoy abandonados por el paso del tiempo y la indiferencia de su gente, teniendo como guardiana a la vizcacha, único ser que deambula por el lugar como testigo mudo del paso del tiempo.

Estar en la cima del Pie de Gallo, ser acariciado fuertemente por el viento altiplánico, es sentir una sensación única de alegría y felicidad para quienes a través del sortilegio del paisaje, admiran a la tierra que los viera nacer para ser pasajeros, que con sus acciones escribirán de forma baluarte o indiferente, el paso por este espacio territorial.

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