Habituación a comportamientos y a la justicia

La habituación es primeramente la adaptación de un ser vivo a los datos que arroja el ambiente de tal modo que éste no ejerza ninguna influencia perturbadora; este es un dominio puramente biológico y es lo que sucede a una planta que se acostumbra a nuevas circunstancias climatológicas.

En un contexto algo diferente se conceptúa la habituación el hacer consciente para determinar modos de comportamiento para que sean preferidos de forma estable, es decir, habituarse a algo y el resultado de tal habituación es el hábito.

¿Cómo se construye una habituación? se construye sobre las circunstancias existentes y la correspondencia a las influencias ambientales y a la toma de posición respecto a éstas de influjo existente y la respuesta a esta excitación; así se establecen asociaciones favorables, más rápidas y perfectas determinadas operaciones de las disposiciones que serían los instintos y el albedrío del espíritu.

Para establecer hábitos cabales es vital que, sobre todo al principio se preparen las personas con actos correctos, ejemplificando: si se quiere aprender un idioma se requiere una correcta pronunciación; por ello desde los comienzos en el aprendizaje se deben corregir los defectos, esto es válido para niños y adultos.

Se debe priorizar la importancia de la habituación en el conjunto de actos de la vida, desde el andar, el hablar y hasta la técnica más perfecta en las profesiones, oficios y artes. Los pueblos adquieren sus habituaciones y saben que se alcanza el pleno valor cuando no sólo resulta del adiestramiento exterior, que es asociativa, sino que será emprendida activamente por la educación, la solidaridad al prójimo, el amor y apego a la justicia.

La justicia es lo más valorable en un país, sentencia que obliga a los operadores de justicia y a los abogados a ciertas habituaciones que redundarán en beneficio de la población; así los jueces, fiscales averiguadores y abogados se habituarán en todos los contenciosos jurídicos que lleguen a sus manos, sin excepción, a aplicar la interpretación jurídica, la argumentación con lógica, premisas e inferencias que decanten en una conclusión única e inapelable por su motivación consistente.

Esta motivación obligatoria en toda sentencia debe ser asumida en la discrecionalidad del juzgador y el respeto inmaculado al debido proceso, de ello se bifurca que la motivación debe ser elaborada con hechos notorios, principios lógicos y congruencia.

Entre los principios lógicos que deben aplicarse citamos: el de no contradicción, el del tercio excluido, el de la razón suficiente y el de identidad.

Es abogado. Posgrados en Alta Gerencia para abogados( UCB-Harvard), Arbitraje y Conciliación, Filosofía y Ciencia Política(maestrn), Derecho Aeronáutico, Interculturalidad y Educación Superior, Docencia en Educación Superior, doctor honoris causa en Humanidades con tesis aprobada (IWA-Cambridge University, USA).