Iker Hernández el ídolo "santo"

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"¡Iker!, ¡Iker!, ¡Iker!" se escuchan los gritos en las graderías del estadio "Jesús Bermúdez", coreando el nombre de un español que conquistó el corazón de los orureños para convertirse en el nuevo ídolo de San José de Oruro. Sus últimas actuaciones le permitieron ganarse varios apelativos, entre el más sonado "San Iker" porque gracias a sus goles el equipo orureño evitó perder contra Wilstermann de Cochabamba y Bolívar de La Paz.

Iker Hernández Ezquerro vio la luz en Urnieta (España), el cuarto día del octavo mes de 1994. Estudió en el colegio Axular de donde salió bachiller.

La motivación para jugar al fútbol prácticamente la tuvo desde el vientre de su madre Loli, quien iba a alentar a la cancha a su esposo, Patxi padre de Iker.

"Prácticamente aprendí a andar en un campo de fútbol porque mi papá era arquero, es por eso que toda mi vida he estado ligado al fútbol. Es algo que me gusta, porque lo disfrutas, te la pasas bien con los amigos y no sabes qué es lo que puedes hacer en el futuro", manifestó.

Como Iker vivía cerca de un parque, en cualquier momento sacaba un balón de fútbol para jugar con sus amigos y disfrutarlo. Consideró que fue muy importante el apoyo de sus padres porque lo llevaron a entrenar, a los partidos, caso contrario hubiese sido imposible llegar hasta donde está.

No recuerda bien dónde militó en sus primeros pasos del fútbol, pero jugaba bastante cuando estaba en el colegio, luego jugó en su primer club el Antiguoko, para pasar el 2009 a la Real Sociedad, donde escaló por las diferentes divisiones.

"Mi recuerdo siempre está ligado a una pelota de fútbol desde muy pequeñito, mi mejor regalo era un balón", dijo.

DEBUT

Su debut oficial, según manifestó, fue con la Real Sociedad, cuya satisfacción le llenó de orgullo el corazón, porque jugaba en una categoría profesional y con gente mayor que él en la denominada "Copa del Rey" y luego alternó en un partido de la Liga Española, cuando uno de sus compañeros se lesionó.

En su debut, ingresó al partido muy concentrado, no asimilaba en ese momento lo que pasaba, sino hasta después del encuentro. Su equipo en esa oportunidad ganaba 1 a 0, pero terminaron empatados.

"Fue un paso importante y me sentí muy agradecido hacia toda la gente que me rodeaba, a mis padres, a mi hermana, a mi mujer, porque sin ellos nada hubiese sido posible. Al final que todos te apoyen, es una satisfacción muy grande y muy contento por eso", afirmó.

Si bien su papá era arquero, Iker jugaba de todas las posiciones. Pensaba que el puesto más duro era el de arquero, por eso prefirió jugar de delantero, para anotar goles a los arqueros.

"Me gustaba estar más en contacto con el balón, disfrutar más, era más cómodo. Si ahora el profe me pusiera de arquero, lo disfrutaría mucho", afirmó.

Después del Real Sociedad pasó a préstamo al Baracaldo, luego al segundo equipo del Atletic, posteriormente pasó al Burgos y más tarde a un equipo de segunda división, para llegar a Bolivia.

"El profe Breñat San José (entonces técnico de Bolívar) me ofreció la posibilidad de venir y ahora estoy muy contento en Bolivia. En Bolívar estuve sólo un mes, así se dieron las circunstancias porque no había cupo para extranjeros y tuve que hacer las maletas para Oruro y estoy muy contento en Oruro", indicó.

Fue el expresidente de San José, Wilson Martínez Piérola, quien gestionó su llegada para vestir la casaca de la "V" Azul.

Iker expresó que fue bien recibido a su llegada, sin embargo, por la mente le rondaba el temor de llegar a otro país, muy diferente al europeo y no sabía cómo le iba a tratar la gente.

"La verdad es que me sentí muy querido desde el primer minuto y estoy en deuda con todo el mundo. Los dirigentes me fueron a buscar a La Paz, llegamos en surubí, luego los compañeros muy bien y Marcos Barrera desde el principio se ofreció para ayudarme en todo lo que sea posible", contó.

Al principio le costó un poco adaptarse al fútbol de San José, pero luego creyó en sí mismo para trabajar duro y que Miguel Ponce lo tome en cuenta. El primer partido que jugó con San José fue contra Bolívar, cuando empataron en Oruro 4 a 4.

Argumentó que la hinchada del equipo siempre le mostró un gran cariño, lo que le dio fuerzas para seguir trabajando, aspecto que le permitió también adaptarse a vivir en la ciudad, pero donde no podía comer todos los alimentos de los cuales estaba acostumbrado a saborear como las croquetas de Navidad.

"Me llevo un gran recuerdo de San José, nos han apoyado siempre, principalmente cuando se presentaron muchos problemas, nos han empujado a luchar, trabajar y eso en todo ámbito. Todo consiste en luchar, perseverar y no rendirse nunca. Mi deseo es que todos pasen unas lindas fiestas con sus familias, que disfruten y nos apoyen, porque hay que sacar al club adelante", dijo.

FUTURO

Respecto a su futuro en el equipo por ahora es incierto, sin embargo, manifestó todo su deseo de quedarse, "intentaré esperar lo más posible al club y ahora mismo estoy esperando".

Sobre el Club, dijo que es un equipo muy humilde, muy familiar, con una hinchada muy unida, lo que hace querer más al club, por eso es que decidieron luchar hasta el final del campeonato, por toda esa motivación que les dieron.

"San José siempre estará en mi corazón, dejo muy buenos recuerdos, es muy difícil que te traten como en casa, pero aquí lo hicieron por eso estoy en deuda con todos y muy agradecido. Siempre que caminas por la calle te encuentras con la gente que te anima a seguir trabajando", manifestó.

Muy al margen del deporte, Iker se mostró muy atraído por la cultura de Oruro y sobre todo por su Carnaval, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, por ello, dijo que entre sus danzas favoritas está la diablada y la morenada.

Iker aseguró que antes de dedicarse al deporte por completo, se debe pensar siempre en los estudios, porque puede haber lesiones u otro tipo de imponderables, motivo por el cual se debe tener un plan B. Pero, para cualquier cosa que se haga. Debe haber esfuerzo y mucha dedicación, como él lo hizo con la carrera de Psicología del Deporte y ahora a la espera de conseguir los títulos de entrenador de fútbol.

Fuente: Por: Dehymar Antezana Periodista LA PATRIA