El uso de clorhexidina en Odontología

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La clorhexidina es el único colutorio desinfectante con evidencia científica que mata las bacterias, por tanto, es considerada por muchos como el mejor enjuague bucal. Es una solución acuosa con principios activos terapéuticos utilizada principalmente para la prevención y tratamiento de afecciones bucales, como gingivitis o periodontitis a través de la reducción de la placa bacteriana.

Los colutorios antisépticos, que se basan en clorhexidina penetran el biofilm bacteriano. En nuestra boca se estima que se pueden encontrar algo más de 700 especies de bacterias. Su presencia es normal en un ambiente como el de la cavidad bucal, pero si estos microorganismos consiguen un ambiente idóneo para sobrecrecer se organizan, creciendo en forma de una comunidad denominada biofilm o placa bacteriana. El objetivo es alterar la cantidad o la calidad de la placa, de manera que el sistema inmunitario pueda controlar las bacterias y prevenir la aparición y progresión de las enfermedades bucales.

En resumen, los colutorios, y en particular la clorhexidina, disminuyen la formación de placa y la gingivitis, incluso en zonas de difícil acceso, teniendo excelentes características de seguridad y tolerabilidad.

La clorhexidina tiene principalmente dos acciones en función de la concentración a la que se use:

Acción antiplaca. Se forma un depósito de clorhexidina de disolución lenta en todas las superficies dentales, lo que le convierte en antiplaca.

Acción antibacteriana. Es bacteriostática (deteniendo el crecimiento de los microorganismos) a bajas concentraciones y bactericida (destruyendo las bacterias) en concentraciones altas.

DESVENTAJAS

La clorhexidina no está exenta de efectos secundarios. Por eso su uso nunca puede ser generalista.

Tiñe los dientes. Un uso prolongado provoca que la lengua y el esmalte se oscurezcan.

Altera el sabor de los alimentos. Su utilización hace que el gusto se vuelva extraño.

No discrimina bacterias. En la boca no todas las bacterias son perjudiciales. Algunas pueden tener una función necesaria para nuestro organismo. La clorhexidina las elimina todas, sin distinción. Su uso prolongado, por tanto, puede perjudicar el microsistema bucal.

La buena noticia es que estos efectos son reversibles. En el caso del gusto, se recupera el sabor habitual al poco de dejar de utilizar el producto.

El dentista puede limpiar el tinte de clorhexidina a los pocos días, también puede limpiar los dientes para que recuperen su color. Pero ha de hacerlo un profesional, puesto que exige una limpieza a conciencia para retirar el tinte del esmalte.

Por último hay que señalar que el uso de colutorios de clorhexidina, son un tratamiento médico, no un simple enjuague. Lo prescribimos los odontólogos al igual que un médico de familia puede prescribir un antibiótico. Es útil pero no se puede usar sin prescripción.