La familia es núcleo de vida

La familia es el núcleo natural y más importante que da vida a la colectividad, desde dónde se ubique, en espacios de cualquier dimensión y de la presentación que fuese, sencilla, en la mayoría de los casos, algunas instancias con demostraciones suntuarias, pero por supuesto las menos apetecidas en el orden de una jerarquía que tiene como base, la unidad, la fortaleza, el amor y la comprensión.

Bajo tales atributos, es innegable e imposible que podamos sustituir los valores humanos que hacen a la familia y la hacen merecedora del mayor respeto de las generaciones del continente, allí donde estén instalados los más sencillos y humildes grupos familiares o donde con menos valor moral, funcionan las familias ostentosas que tienen mucho por mostrar pero poco por asimilar.

Así es que en la Noche Buena de la rememoración del nacimiento del Hijo de Dios, damos paso a la primera familia cristiana, un humilde carpintero el Papá, una sencilla y decorosa mujer que se convierte en la Madre de Jesús, el Niño que llega a un humilde pesebre, visitado por los Reyes Magos, recibiendo regalos y bendiciones, propiamente dando paso al nacimiento del Niño Dios, pero anunciando al mundo la vigencia, el inicio de vida de la familia, como elemento de conservación futura de la especie humana.

A partir de este solemne acto, que al recordar la historia no es más que la reunión de tres personas, que es el principio del nacimiento y la vida familiar, un hecho que el mundo católico lo recuerda cada año y que nos permite renovar la fe en la Sagrada Familia, como el inicio de una vida de avatares del Hijo de Dios, que entregará su vida por salvar del pecado a la comunidad, resucitará y estará sentado a la diestra del Padre Eterno, vigilante de la continuidad y permanencia del núcleo familiar.

Indudablemente que existiendo varias iglesias cristianas, se alientan algunas condiciones especiales en la celebración del Nacimiento de Jesús, pero algo que no cambia y que se refuerza permanentemente es el valor de la familia, como el epicentro de la vida misma, de ahí que el hecho que celebramos en la Noche Buena, es la ratificación del mundo y ante el mundo, de recibir con gozo, con humildad, pero con amplia convicción de fe el nacimiento del Niño Jesús.

Es necesario alentar el diálogo, entre padres e hijos, es importante que desde la celebración presente, se transmitan los verdaderos valores humanos, tomando en cuenta que, la familia es el centro vital de la formación y crecimiento de la sociedad, la que debe ser orientada con signos muy claros de la formación cristiana de una sociedad que parte y termina en la familia.

Hemos querido mencionar estos aspectos fundamentales, precisamente en la Noche Buena, como un augurio de paz, de amor, tranquilidad y comprensión entre todos los bolivianos, hombres y mujeres, niños y adultos, parte inseparable del núcleo familiar, cuya vigencia y subsistencia, no sólo es cuestión de aspectos líricos, es más bien el cumplimiento responsable del sostenimiento de la familia cristiana como baluarte de la unidad de todos los bolivianos. Feliz Noche Buena con paz, amor y unión.