El "Batigol", el genio del área

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Verlo jugar era toda una emoción, cuando el balón le llegaba en el área, prácticamente era medio gol y nadie lo dudaba. Sus contragolpes siempre letales, originaban que el corazón se acelere a mil, por la seguridad de que un nuevo tanto sería coreado con mucha pasión.

Así era cuando se lo veía a Gabriel Omar Batistuta Zilli, más conocido como el "Batigol"; "bati" por las primeras cuatro letras de su apellido y "gol", por su constante encuentro con las redes.

Gabriel vio la luz en la ciudad de Santa Fe, República Argentina, el 1 de febrero de 1969, sin embargo, gran parte de su infancia junto sus papás Gloria Zilli y Gabriel Batistuta.

La vida del "Batigol", cuando era muy pequeño fue muy complicada económicamente, porque su papá hacía múltiples sacrificios para mantener a su familia. Cuando era niño, para ayudar a su casa, se dedicaba a vender plátanos en las calles, ya que su papá trabajaba en el sector agrícola. Pero a medida que iba creciendo también decidió por algo rentable, motivo por el cual decidió estudiar mecánica.

Muy al margen de su dedicación en apoyo a su familia, su vida tuvo un paralelismo hacia el deporte y principalmente hacia el fútbol, ya que a un inicio para él significó un desahogo ante todas las precariedades que tenía.

Cuando aún era muy joven en un partido de barrio, el empresario Bernardo Griffa lo observó jugar, en aquella oportunidad marcó dos goles, situación que le llamó la atención, pero no sólo eso, sino que también le permitió ofrecerle a Gabriel, una oportunidad para que su vida cambie y pase a ser parte del fútbol profesional en el Newell´s Old Boys.

Ante esa situación, viajó a Rosario, donde allí conoció a Marcelo Bielsa, quien posteriormente se convertiría en uno de sus grandes amigos. Para motivarlo a mejorar y para que baje de peso, el entrenador le ofrecía una recompensa por cada kilo que baje.

Fue en 1988 que debutó en el fútbol profesional, tuvo la oportunidad de marcar un gol en la semifinal de la Copa Libertadores de América. Esa participación le significó para que un año después firme para el River Plate, con el que ganó su primer título profesional en el fútbol argentino.

Sin embargo, Daniel Alberto Passarella que era el entrenador de la banda roja lo mandó constantemente al banquillo. Uno de los motivos fue porque tenía el cabello largo.

Esa situación no le gustó a Gabriel, por esa situación es que decidió cambiar de equipo y se fue al Boca Juniors, equipo en el que siempre quiso jugar desde muy niño. Ese año se convirtió en el máximo goleador del fútbol argentino, dejando a Passarella con los crespos hechos.

En 1991 fe convocado a la Selección Argentina y fue ahí donde se inició la leyenda del "Batigol". Su primer partido fue contra Brasil un amistoso en el que demostró todo su potencial, posteriormente sería convocado nuevamente para lograr el campeonato en la Copa América de 1991 y 1993. Mientras que en 1992, ganó la Copa Confederaciones. En 1998 en un partido contra Paraguay, logró vencer el récord que Diego Armando Maradona tenía como el máximo anotar de su selección con 53 dianas, Gabriel lo hizo con 54 y el 2016 Messi anotó 55.

ITALIA

Luego de esa participación copera, en 1991 se fue a Italia, ya que el Fiorentina lo contrató, metió 207 goles, ganándose así con el cariño de la hinchada, porque sus anotaciones le permitieron jugar temporadas. Posteriormente, pasó al Roma, donde anotó 33 goles en 86 partidos, situación que puso en debacle su encuentro con las redes, aspecto que se agudizaría más cuando se fue al Inter de Milán.

Las constantes lesiones prácticamente lo llevaron a perjudicarse bastante, sin lograr alcanzar el nivel que mostró al inicio de su carrera.

Era tal el dolor en sus piernas a consecuencias de las lesiones, que en una de esas tantas ocasiones, le pidió al médico que lo atendía, cortar sus piernas.

DESPEDIDA

El 2005 se despidió del fútbol en el club Al Arabi. De esa manera Batistuta brilló en el fútbol mundial, convirtiéndose en uno de los mejores jugadores de la década del 90 del siglo pasado. El cariño que le tuvieron los italianos, hinchas de Fiorentina, le permitió que le hagan una estatua en memoria a un jugador que les hizo vivir el fútbol de distinta manera, en la que cada gol era el anuncio de la llegada de una buena nueva.

Después del fútbol, Gabriel Omar Batistuta Zilli se dedicó al polo, pero esa ya es otra historia.

Fuente: Por: Dehymar Antezana Periodista LA PATRIA