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Sábado 21 de diciembre de 2019

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Revista Tu Espacio

Trastornos motores (Trastorno del desarrollo de la coordinación)

21 dic 2019

Fuente: Por: Rodrigo Aliendre Ramírez - Exclusivo para Tu espacio

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En la edad temprana, la niñez, es importante identificar las funciones motoras finas y gruesas y habilidad del desarrollo, una de las dificultades que suelen presentarse en este desarrollo es el trastorno del desarrollo de la coordinación, que se explicará a continuación.

La manifestación del deterioro de las aptitudes que requieren coordinación motora varía con la edad. Los niños pequeños pueden tener retrasos para alcanzar los hitos motores (sentarse, gatear, caminar), aunque muchos logran los hitos motores normales. También pueden tener retrasos para desarrollar habilidades tales como utilizar escaleras, pedalear, abrocharse la camisa, acabar rompecabezas y usar cremalleras. Incluso cuando se logra la habilidad, la ejecución del movimiento puede parecer torpe, lenta, o menos precisa que en otros niños de la misma edad.

Los niños mayores y los adultos pueden presentar lentitud o imprecisión en los aspectos motores de actividades como hacer rompecabezas, construir maquetas, participar en juegos deportivos , escribir a mano o a máquina, conducir u ocuparse del autocuidado. El trastorno del desarrollo de la coordinación se diagnostica solamente si el deterioro de las habilidades motoras interfiere significativamente con el rendimiento o la participación en las actividades cotidianas de la vida familiar, social, escolar o comunitaria.

Los niños mayores y los adultos pueden presentar lentitud o imprecisión en los aspectos motores de actividades como hacer rompecabezas, construir maquetas, participar en juegos deportivos , escribir a mano o a máquina, conducir u ocuparse del autocuidado. El trastorno del desarrollo de la coordinación se diagnostica solamente si el deterioro de las habilidades motoras interfiere significativamente con el rendimiento o la participación en las actividades cotidianas de la vida familiar, social, escolar o comunitaria.

Ejemplos de estas actividades son vestirse, comer con los cubiertos apropiados para la edad y sin ensuciar excesivamente, participar en juegos físicos con otros, utilizar herramientas específicas en clase, como reglas y tijeras, y participar en actividades físicas de equipo en el colegio. No solamente está deteriorada la capacidad de realizar estas actividades, sino que también es frecuente una lentitud pronunciada en la ejecución.

La competencia para escribir a mano está frecuentemente afectada y, por consiguiente, se alteran la legibilidad y la velocidad de escritura, y se afectan los logros académicos. En los adultos, los problemas de coordinación afectan a las actividades cotidianas de naturaleza académica o laboral, especialmente a aquellas que requieren velocidad y precisión.

El trastorno del desarrollo de la coordinación es variable pero estable hasta, al menos, el primer año de seguimiento. El comienzo se produce en la primera infancia. Los hitos motores retrasados pueden ser los primeros signos o se identifica el trastorno por primera vez cuando el niño intenta sujetar un cuchillo y un tenedor, abrocharse la ropa o jugar con pelotas.

En la infancia media existen dificultades motoras para hacer rompecabezas, construir maquetas, jugar a la pelota, escribir a mano y organizar las propias pertenencias siempre que se requiera secuenciación y coordinación motora.

En los primeros años de la vida adulta sigue habiendo dificultades para aprender nuevas tareas que requieran habilidades motoras complejas/automáticas, como conducir y utilizar herramientas. La incapacidad de tomar apuntes o de escribir a mano con rapidez puede afectar al rendimiento en el trabajo.

La identificación, detección, diagnostico, e intervención, requiere de profesionales en salud mental y otros, y claro está la familia o entorno cercano de quien lo padece, y coadyuvar la funcionalidad y evitar el deterioro posterior.

Fuente: Por: Rodrigo Aliendre Ramírez - Exclusivo para Tu espacio
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