El porqué de la promoción automática en las escuelas bolivianas

¿Están locos? ¿Cómo? ¿Promoción automática en la escuela? ¿Cómo se sabrá quiénes son los mejores? Son expresiones vertidas en los círculos sociales bolivianos, cuando se enteran que la Ley Educativa "Avelino Siñani - Elizardo Pérez", dicta la promoción automática de los estudiantes del nivel primario del sistema educativo boliviano.

En este horizonte, primero es substancial conocer que el país más productivo del planeta es el Japón; pero, ¿Cómo se construye la productividad? Sensiblemente, en todos los espacios nacionales donde se habla de productividad, las más de las veces este término se confunde con el vocablo "producción"; por esta razón, se piensa que cuanto más se produzca, mayor es la productividad; sin embargo, esta afirmación no siempre es correcta. En todo caso, la productividad es una expresión ampliamente utilizada en el campo de la economía y especialmente de la ingeniería, definida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como: "Es la relación entre la producción obtenida y los recursos utilizados para obtenerla". Interpretando esta afirmación: la productividad será baja si la cantidad de productos es escasa, en referencia a la cantidad de recursos empleados en el proceso de producción. Inversamente, la productividad será considerada alta si los productos obtenidos son numerosos y la cantidad de recursos empleados, es baja; en consecuencia, es un indicador que puede ser expresado de muchas maneras en el campo de la ingeniería.

Por esto, la productividad es mucho más que la simple relación entre productos obtenidos y cantidad de recursos empleados, en cualquier sistema de producción. En el presente, este concepto se relaciona entre otras cosas con la preservación del medio ambiente y ante todo, con la aplicación en todos sus sentidos del concepto de la calidad; entendiéndose por calidad a la "satisfacción del cliente", respecto a un producto. Consiguientemente, en el mundo industrializado es plenamente aceptado que el factor que edifica a la productividad, es precisamente la calidad; porque para generar calidad es imprescindible la aplicación de tecnologías que no generen desperdicios; esto quiere decir, producción sin el despilfarro de recursos en todas sus dimensiones, como: energía, materiales, tiempo, dinero, subutilización de talentos, etc. De esta manera, tácitamente se preserva el medio ambiente y el concepto de productividad cada vez de mayor alcance, es fuente de inspiración para el desarrollo de las denominadas tecnologías limpias o tecnologías amigables con el entorno.

Ahora, si la calidad es un aspecto irrevocable para construir la productividad, entonces ¿cómo se genera la calidad? La respuesta se resume al tan decantado Trabajo en Equipo, que consiste en la conjunción de esfuerzos para el logro de objetivos comunes. Así, se induce a la convergencia de esfuerzos, en función de decisiones tomadas en consenso y previamente discutidas al interior del grupo. En este marco, la definición más aceptada de trabajo en equipo es: "trabajo en forma armónica, para el logro de un objetivo en común". Con el fin de alcanzar ese estado deseado de trabajo armónico, es necesario establecer contextos donde sean prácticas cotidianas, los siguientes aspectos: comunicación, cooperación, complementariedad, coordinación, compromiso y confianza. De lo referido, el más importante es la confianza; porque donde no exista esta condición desplegada en toda su magnitud, es sencillamente imposible que los esfuerzos confluyan y por tanto, se edifique la calidad. Para acabar el breve tratamiento de este tema, es trascendente citar que el estadio máximo, deseable y sublime al que puede llegar el trabajo en equipo, es a la conjunción de esfuerzos mancomunados para el logro de objetivos trazados en consenso; en otras palabras, el Trabajo en Comunidad. Este concepto implica que iodos deben sentirse como iguales, situación que no se cumple porque el sistema educativo actual provoca diferencias entre estudiantes y consecuentemente, discriminación y exclusión; en contracorriente a los vientos de cambio planetarios, en vigencia desde poco antes de terminar la II Guerra Mundial.

La Ley "Avelino Siñani - Elizardo Pérez", plantea estructuralmente la educación orientada a generar productividad, como columna vertebral; esta característica, precisa del diseño e implementación de adecuados sistemas de evaluaciones cualitativas; que tengan por objetivo final, la práctica del trabajo en comunidad, como un hábito de vida y medio eficaz, en la lucha contra la pobreza y así lograr el definitivo despegue económico del país. Esto exige además, que los sistemas de evaluación a implementarse en el ciclo secundario y en la educación superior, también sean cualitativos; como es práctica común, en aquellos países considerados productivos y por ello, ipso facto competitivos.

(*) PhD (c) Fue Consultor de la Ley "Avelino Siñani - Elizardo Pérez".