Motín por la democracia

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En este anuario no podía faltar un hecho que fue relevante para la historia de Bolivia, como el denominado motín policial, un movimiento que permitió al país a recuperar la democracia, conculcada hace aproximadamente algo más de una década.

Tras las Elecciones Generales del 20 de octubre, nacía el descontento ciudadano al haberse descubierto un fraude propiciado por el Movimiento Al Socialismo (MAS). A raíz de ese hecho es que se decide mediante la sociedad civil encarar una serie de movilizaciones en todo el país que desde esa fecha hasta el 8 de noviembre, tuvieron dos frentes marcados, civiles vs. policías.

Sin embargo, el descontento se agudizó y pasó a filas policiales, situación que se hacía tangible por la forma en que el Gobierno de Evo Morales, trató a los uniformados por más de 13 años.

Unos días antes del motín, el Gobierno decide dar un bono de 3.000 bolivianos a los uniformados, con el objetivo de garantizar la seguridad del país. Pero, esa suerte de tener el poder absoluto, se salió de las manos del Poder Ejecutivo, ya que desde Cochabamba y Chuquisaca se hacía tangible el 8 de noviembre, de levantarse con un motín, que fue el punto de inflexión para que dimita el mandatario Morales.

Ese día, en Oruro hubo una marcha de protesta organizada por el Comité Ad Hoc del Comité Cívico de Oruro, el objetivo era llegar a la Avenida Cívica "Sanjinés Vincenti", sin embargo, anoticiados de los motines que se iban dando en distintas ciudades del país, la movilización terminó en la misma puerta del Comando Departamental de Policía.

La población pidió a los uniformados que se unan a su pueblo para consolidar lo que se buscaba, nuevas Elecciones Generales. Se supo días después por versión de los mismos policías, que en el interior del Comando se generó un debate para llegar al amotinamiento, ya que hubo una negativa del ahora comandante de Policía, coronel Marco Polo Garzón.

Esa situación se comprobaría en las distintas movilizaciones que hizo la Policía, ya que uno de los pocos jefes policiales que apoyó esta medida, fue el coronel Manuel Vergara Sandoval, a quien se lo vio en las calles junto a la tropa. No por algo, el centro de concentración de los amotinados era la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).

El amotinamiento policial costó creces al país, porque las hordas del Movimiento Al Socialismo aprovecharon para quemar en distintas ciudades del país, principalmente La Paz, El Alto y el valle de Cochabamba, las Estaciones Policiales Integrales. En Oruro, esa situación ocurrió en el municipio de Caracollo, pero días después al 10 de noviembre, que fue la fecha en la que Evo Morales presentó su renuncia como Presidente.

Aquel día, quedará grabado por siempre en la memoria de los bolivianos, porque de no ser por la Policía, quizá el movimiento ciudadano hubiese durado mucho más tiempo. Asimismo, toda esa imagen negativa que tenía la entidad del "verde olivo" por sus actos de corrupción, le permitió acercarse al pueblo como nunca antes había pasado.

Los policías de villanos que eran para la sociedad, llegaron a ser los héroes de la democracia. La población se solidarizó con ellos brindándoles una serie de atenciones que quedarán grabadas por siempre en la memoria de los bolivianos.

Fuente: LA PATRIA