Ausencia de valores en las personas

Cada día se observa casos de violencia verbal, maltrato físico, en las personas adultas, feminicidio, maltrato a las mujeres, niños, niñas. Se hace muy difícil comunicarnos en forma amable, estamos hablando siempre irritados, con rabia y torpeza, en nuestro entorno, uno de los principales factores para que actuemos con violencia, es el egoísmo, el miedo; nos hemos formado como personas tímidas, tratamos a la gente con palabras torpes; las autoridades en función jerárquica, permanentemente están utilizando palabras, adjetivos ofensivos, tratando de llegar a las manos para golpear a nuestros semejantes, es por el temor a perder su función jerárquica.

Los padres de familia no tienen tiempo para conversar, hablar, jugar, alegrarse, con los niños, niñas, respetar sus derechos de personas, es muy importante durante su infancia y como no hay comunicación, todo es grito, reñir, pegar, coerción, abuso, estimulando miedo, ego, castigo, menosprecio, insulto, a las personas menores, estas actitudes se reflejan cuando ya son personas mayores, educados sin valores, sin poder conversar con la gente, con la juventud y los resultados no son favorables en las relaciones humanas, ocasionando conflictos, violencia, delincuencia en la población.

Todos cometemos errores, el aceptar, reconocer, esa es la grandeza en nuestra virtudes, porque en esta sociedad nadie es menos, ni nadie es más, las autoridades no deben perder su humildad, porque la arrogancia lleva hacia la violencia social, a la delincuencia, drogadicción, es por falta de valores espirituales, morales, culturales y se hace necesario una práctica saludable en la familia, inculcar desde pequeños para que no exista violencia social cotidiana en nuestro entorno.

Las autoridades, para atender a las demandas sindicales, cívicas, juntas de vecinos, indígenas, están esperando huelgas, marchas, bloqueos, enfrentamiento entre personas, cuando corre sangre, recién empiezan a escuchar, cuando ya es tarde, y a veces es difícil detener el conflicto, ya se está convirtiendo en un mal hábito. Para reducir los conflictos sociales, se deben aplicar, relaciones de comunicación sincera para la solución de los problemas económica, social y evitar mayor violencia, después ya no sirve cualquier arrepentimiento. Es una necesidad hacer ejercicios de solidaridad, amistad, buenas relaciones, para ayudar al prójimo, sin esperar compensación alguna, compartir sentimientos, bienes espirituales y materiales, para eliminar el egoísmo destructivo.

En las organizaciones políticas se va practicando mayor violencia, odio, venganza, hipocresía, y después van hacia la población, para pedirles apoyo, solidaridad, para ser autoridad, cuando están cargados de valores negativos. Llegando al poder político, continúan con mayor energía, persiguiendo al contrario, tratando de eliminar al contrario, esta manera de hacer política se está convirtiendo una lacra, no se quiere aceptar la diversidad social en la que vivimos.

Todavía continúa el machismo, la falta de respeto a la madre, a la mujer, nos falta saludar al vecino, cuando ingresamos a un minibús, aunque no nos escuche debemos aprender a saludar, tener consideración a las personas mayores, hay mucha gente que no tiene respeto a los ancianos, todos debemos aprender valores desde la familia, escuela, universidad, para convivir en forma pacífica y armonía. En los centros educativos, falta desarrollar valores de solidaridad, sinceridad, relaciones de amistad, compañerismo, respeto a las diferencias individuales, de sus compañeros, compañeras, continuamente se va estimulando el egoísmo, la hipocresía, con una educación autoritaria.

En los niños y niñas, en la familia, se debe practicar la inteligencia emocional, enfrentarse a las emociones negativas, con positivas, aprender a vivir en comunidad, con sus compañeros, vecinos, reconociendo las diferencias que tiene cada una de las personas, aceptar con tolerancia y respeto a los que piensan distinto, la forma de ser de las demás personas, eso es convivir entre diferentes, cuando sean mayores de edad sabrán respetar, tener tolerancia, con todas las personas que convivan, actuar con responsabilidad, con sentido común, decir la verdad, con sinceridad, esa actitud les ayudará a ganarse el respeto, ser agradecidos desde la infancia con nuestros semejantes, para, cuando sean adultos, se conviertan en individuos con valores espirituales sanos y fuertes.

Fuente: Raúl Copa Gonzales