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Sábado 14 de diciembre de 2019

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Revista Tu Espacio

PSICOLOGÍA

Abstinencia a la cafeína

14 dic 2019

Fuente: Por: Rodrigo Aliendre Ramírez - Exclusivo para Tu espacio

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La intoxicación por cafeína, siendo esta recurrente tiene como consecuencia la abstinencia a la cafeína, que como característica esencial tiene el malestar físico y psicológico, que se pasará a explicar en cuanto sintomatología y deterioro del entorno donde se desarrolla la persona que lo padece.

La característica esencial de la abstinencia de cafeína es la presencia de un síndrome de abstinencia característico que se desarrolla después del cese abrupto (o la reducción sustancial) de la ingesta diaria y prolongada de cafeína. El síndrome de abstinencia de cafeína se caracteriza por tres o más de los siguientes señales: cefalea; fatiga o somnolencia; disforia, desánimo o irritabilidad; dificultad para concentrarse, y síntomas similares a la gripe (náuseas, vómitos o dolor/rigidez muscular). El síndrome de abstinencia provoca un malestar clínico significativo o un deterioro en las áreas social, laboral u otros aspectos importantes del funcionamiento.

El dolor de cabeza es el rasgo distintivo de la abstinencia de cafeína y puede tener un desarrollo difuso y gradual, palpitante, intenso y sensible al movimiento. Sin embargo, pueden aparecer otros síntomas de abstinencia de cafeína en ausencia de dolor de cabeza. La cafeína es la droga activa conductual más ampliamente utilizada en el mundo y está presente en muchos tipos diferentes de bebidas (el café, el té, la yerba mate, los refrescos, las bebidas energéticas), los alimentos, los suplementos energéticos, los medicamentos y los complementos dietéticos. Debido a que la ingesta de cafeína a menudo está integrada en las costumbres sociales y en los rituales cotidianos (p. ej., la pausa para el café, la hora del té), algunos consumidores de cafeína pueden no ser conscientes de su dependencia física de la cafeína.

El dolor de cabeza es el rasgo distintivo de la abstinencia de cafeína y puede tener un desarrollo difuso y gradual, palpitante, intenso y sensible al movimiento. Sin embargo, pueden aparecer otros síntomas de abstinencia de cafeína en ausencia de dolor de cabeza. La cafeína es la droga activa conductual más ampliamente utilizada en el mundo y está presente en muchos tipos diferentes de bebidas (el café, el té, la yerba mate, los refrescos, las bebidas energéticas), los alimentos, los suplementos energéticos, los medicamentos y los complementos dietéticos. Debido a que la ingesta de cafeína a menudo está integrada en las costumbres sociales y en los rituales cotidianos (p. ej., la pausa para el café, la hora del té), algunos consumidores de cafeína pueden no ser conscientes de su dependencia física de la cafeína.

Por lo tanto, los síntomas de abstinencia podrían ser inesperados y se les podría atribuir erróneamente a otras causas (p. ej., una gripe, una migraña). Además, los síntomas pueden aparecer cuando se somete a los individuos a un ayuno obligado antes de realizar procedimientos médicos o cuando se disminuye la dosis habitual de cafeína debido a un cambio en la rutina (p. ej., durante un viaje, fines de semana).

La probabilidad y la gravedad de la abstinencia de cafeína aumentan normalmente en función de la dosis diaria. Sin embargo, la incidencia, la gravedad y la evolución temporal de los síntomas de abstinencia presentan una gran variabilidad interindividual e incluso intraindividual entre un episodio y otro. Los síntomas de abstinencia de cafeína pueden aparecer tras la retirada brusca de dosis crónicas diarias relativamente bajas (es decir, 100 mg).

Los síntomas comienzan generalmente de doce a veinticuatro horas después de la última dosis de cafeína y presentan el pico máximo después de uno a dos días de abstinencia. Los síntomas duran de dos a nueve días, con la posibilidad de sufrir dolores de cabeza que aparecen durante un máximo de veintiún días. Los síntomas generalmente remiten rápidamente (de treinta sesenta minutos) tras retomar la ingesta de cafeína. La cafeína es única, ya que es una droga conductualmente activa que es consumida por los individuos de casi todas las edades. Las tasas de consumo y el aumento en la cantidad de ingesta de cafeína se incrementan con la edad hasta la primera mitad de la treintena y luego descienden.

Existe un deterioro del rendimiento conductual y cognitivo. También se han comunicado descensos de la motivación laboral y la sociabilidad; por lo mismo la intervención profesional tanto en salud mental como física, es importante para la intervención adecuada tanto a la persona como a su entorno inmediato.

Fuente: Por: Rodrigo Aliendre Ramírez - Exclusivo para Tu espacio
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