Bajo nivel de crecimiento el 2019

Los especialistas en materia financiera señalan que, "prácticamente resulta imposible recuperar la capacidad del sistema económico nacional", aunque un milagro siempre es posible, en la visión optimista de quienes creen que una política correctiva podría nivelar en parte el problema causado desde la quema de la Chiquitanía y el desastre ocasionado por los actos vandálicos en los días de la convulsión social del país que se extendieron más de un mes.

Las estimaciones de crecimiento son negativas y las posibilidades de recuperar algo de lo mucho que se perdió, son propiamente reducidas, tomando en cuenta que además día que pasa, se conocen más y más detalles sobre el despilfarro en el manejo del presupuesto nacional, desde un esquema de arbitrariedad que ahora se "destapa" poco a poco.

El problema es muy serio tomando en cuenta las previsiones de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que con referencia a Bolivia y luego de la situación conflictiva que soportó, estiman que los porcentajes en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), no pasarán del 2,5 por ciento hacia el cierre de la gestión presente.

En función a ese movimiento estimativo de organismo internacional, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (Ibce), toma en cuenta los parámetros, no sólo del FMI y la Cepal que mencionan coincidentemente un PIB no mayor al 3.9%, mientras que la importante estimación del Fitch Rating es de 2.5% para la presente gestión, algo más de la observación del 2 % que señala la Asociación Latinoamericana de Consultoras, en su informe preliminar del tema.

Por lo tanto se trata de posiciones técnicas de observación, en un determinado periodo en el que además no están ausentes ciertas condiciones negativas de efecto internacional, debido a los ajustes financieros y de moneda que aplican la Argentina, Chile y Brasil, lo que disminuye directamente el valor competitivo del sistema productivo nacional.

Para un economista nacional, el asunto ya era delicado desde tiempo atrás, tomando en cuenta "una combinación explosiva de factores" como el déficit fiscal del 8%, un gasto indebido de 45%, el tipo de cambio fijo desde el 2011 y una ostensible disminución de las reservas estratégicas en el Banco Central, un conjunto de hechos, que de todos modos, tarde o temprano hubieran explotado. Los acontecimientos se precipitaron tras el monumental fraude electoral y el rechazo popular. Concluyendo actualmente en un delicado estado financiero nacional.

En lo que corresponde al Instituto Nacional de Estadística INE, la referencia de éste organismo señala que las ventas de octubre último alcanzaron los 7.376 millones de dólares, mientras la compras sumaron 8.123 millones, un déficit de 748 millones, superior al mismo periodo de la pasada gestión cuando llegó a 416 millones de dólares. Se menciona además que una de las principales razones de la balanza comercial negativa obedece al proceso de conclusión de los precios altos de nuestras materias primas ya en el 2014 sumando cinco años de déficit que mermaron nuestras Reservas Internacionales en una proporción de 5.000 millones de dólares.

Con esas alternativas numéricas, las previsiones de organismos internacionales, la relación del INE y las actuales condiciones del movimiento económico nacional, sólo un milagro podría cambiar la situación prevista con un cierre de gestión totalmente negativo. Ese es el país que nos dejó un sistema de gobernabilidad autoritaria, como lo afirman los entendidos.