Martes 03 de diciembre de 2019
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Editorial y opiniones
UN MENSAJE A LA CONCIENCIA
"Sólo hacía falta ser un poco civilizado"
03 dic 2019
Fuente: Carlos Rey
Sucedió en París el 18 de octubre de 2018. Mientras esperaba para subir al autobús, nadie quería moverse. Eso de por sí no habría sido gran cosa si se hubiera tratado de una persona cualquiera. Pero la persona a quien le sucedió, François Le Berre, era un hombre diagnosticado con esclerosis múltiple primaria progresiva que se movilizaba en silla de ruedas en compañía de su hermano.
«Como nadie se movió -contó después Le Berre mismo en la cuenta de Twitter Accessible POUR TOUS (en español, Accesible PARA TODOS)-, el conductor se levantó y gritó: "¡Hasta aquí llegamos! ¡Bájense todos!" Los pasajeros se bajaron, algunos refunfuñando. Luego el conductor anunció que el próximo autobús pasaría en cinco minutos, y se bajó él mismo. Esperó un rato -siguió narrando Le Berre-, y una vez que todos se dispersaron, se me acercó y me dijo: "Ahora sí pueden subir. Los demás tendrán que esperar a que pase el siguiente autobús. Algún día todos pudieran llegar a necesitar una silla de ruedas."»
Cuando se le preguntó si había vuelto a tener contacto con el conductor, Le Berre respondió: «No, no lo conozco. ?l nos dijo que no tenía ningún familiar con discapacidad, que sólo hacía falta ser un poco civilizado.»1
Lo ocurrido se difundió en las redes sociales y, como era de esperarse, hubo claras manifestaciones de apoyo al conductor además de relatos afines de gestos nobles en líneas de autobuses. Uno de éstos, por ejemplo, fue el caso de una pasajera en la ciudad de Niza, Francia. Embarazada de ocho meses, se subió al transporte público, pero nadie le cedió su asiento. El chofer, al darse cuenta, frenó y no volvió a poner el autobús en marcha hasta que alguien se levantó para que la mujer pudiera sentarse.2
Fuente: Carlos Rey