Luis Urquieta, el vigía de nuestra literatura

Bolivia está de luto por su amigo, su consejero y digno miembro de PEN BOLIVIA que acaba de dejar este mundo para vivir más allá del sol.

Luis Urquieta Molleda, nació en Cochabamba en 1932. Residió en Oruro desde 1953. Escritor e ingeniero civil. Fundador del Movimiento Cultural Altiplano; miembro de la Sociedad de Escritores de Bolivia. Fundador y director editor del Suplemento Orureño de Cultura "El Duende". Miembro de la Academia Boliviana de la Lengua, presidente de la Fundación Cultural ZOFRO. Presidente de PEN ORURO y presidente de PEN BOLIVIA, durante un periodo especial en el que fortaleció y profundizó las relaciones entre las filiales de PEN BOLIVIA; enfrentó proyectos comunes y mejoró los criterios de funcionamiento de la Institución.

Luis Eduardo Urquieta Molleda fue un maravilloso ser humano que, durante muchos años, compartió con el grupo de escritores, periodistas, libreros y profesores de PENSCZ - Bolivia. Siempre estuvo listo en brindar sus consejos con sabias palabras, que jamás serán borradas.

"Marinero de tierra firme / vigía de caletas en lontananza / deliró con el mar que ya no canta / plantando el lábaro de la paz fraterna".

Es una estrofa de su "Elogio de la poesía" que ahora recordamos, porque Luis fue ese marinero de tierra firme, el vigía de nuestra literatura, el vate que ya no canta, pero que su voz se escuchará por siempre. Su obra será eternamente recordada por propios y extraños aquí y allende los mares. Será, como él mismo dijo, "más que el eco retumbante del sonido del silencio".

Es que la muerte que es el comienzo de una historia de amor que vivimos perpetuamente con Dios, nos remite a personas como nuestro amigo Luis Urquieta, a quien no podremos dejar de recordar. Muchos fallecen a diario, pero pocos como él, por su forma de ser, por su manera de expresarse, por la obra que nos lega, que trasciende y nos reconcilia con la humanidad.

PEN SANTA CRUZ rinde su homenaje póstumo a este hombre destacado, sensible, especial, escritor por vocación genuina. Lucho nos deja un profundo vacío. Lamentamos su partida y pedimos al creador, padre nuestro, que conceda cristiana resignación a su esposa Esther, a sus hijos y a toda su familia.

Esta pérdida nos conmueve profundamente y nos resultará muy difícil conformarnos a su ausencia; sin embargo, fue estupendo compartir con él parte de su vida, de su arte poético y narrativo, de las conversaciones y lecturas, además de sus valores éticos y humanos.

Querido amigo, cuando el cuerpo físico muere, el espíritu sigue viviendo. En el mundo de los espíritus justos son recibidos en un estado de felicidad que se llama paraíso: un estado de descanso, un estado de paz, donde descansarás de todas tus aflicciones, y de todo cuidado y pena.

Recordamos lo que una vez escribiste:

"La floresta se engalana de aedos. Son bardos sin ditirambos ni afectaciones, puros como la nieve, libres como el aire. Hay horizonte. Sosiego para el amador. La compunción cede a la exultación. Es un nuevo día."

Paz en tu tumba.

Biyú Suárez Céspedes

PEN Santa Cruz - Bolivia