D. Luis Urquieta nos ha dejado lecciones ejemplares de constancia

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D. Luis Urquieta Molleda fue recibido con mucho beneplácito como Miembro de Número a la Academia Boliviana de la Lengua el 28 de septiembre de 2007, hace 12 años.

Su discurso de ingreso a la Academia Boliviana de la Lengua fue presentado en sesión pública y solemne que se llevó a efecto en el salón de actos de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.

El tema de su discurso fue "El Itinerario de un poeta yatiri" y fue presentado como homenaje al poeta boliviano Alberto Guerra Gutiérrez. El discurso de respuesta estuvo a cargo del académico D. Mariano Baptista Gumucio.

Este discurso fue publicado como parte importante del Volumen 22 de los Anales de la Academia Boliviana de la Lengua.

Si bien de profesión Ingeniero Civil, D. Luis Urquieta Molleda, las letras -no cabe duda alguna- han representado la pasión predominante en su vida. En su libro "Sol de Otoño" a decir de D. Mariano Baptista: "se reúne un conjunto de 35 ensayos sobre libros, autores, pintores y obras arquitectónicas y siete cuentos de su propia inspiración, obra amenísima que puede abrirse en cualquiera de sus páginas"

En realidad, podemos aseverar que la cultura en general ha tenido en él un activista comprometido e incansable en la ciudad de Oruro. Un ejemplo diáfano de este empeño ejemplar fue el Suplemento de Cultura El Duende del periódico Orureño La Patria.

En la Academia Boliviana de la Lengua lo recordamos como el académico cordial, amable y bondadoso que llegaba desde Oruro para participar en las reuniones mensuales de las Juntas Plenarias en las que siempre estaba presto y atento para aportar con ideas y propuestas para la buena marcha de nuestra Corporación.

Cabe decir de D. Luis Urquieta que, como hombre, escritor y amigo, nos ha dejado lecciones ejemplares de constancia, nobleza y talento, virtudes que eran características esenciales de su vigorosa personalidad.

La triste noticia de su partida ha sido sentida por todos los miembros de la Academia Boliviana de la Lengua quienes me han encomendado enviar la presente carta de condolencia a su esposa Esther, sus hijos y toda su familia para manifestarles que los acompañamos en estos momentos de profundo dolor con plena solidaridad.

PAZ EN SU TUMBA

José G. Mendoza

Director Academia Boliviana de la Lengua