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Sábado 30 de noviembre de 2019

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Revista Tu Espacio

PSICOLOGÍA

Intoxicación por cafeína

30 nov 2019

Fuente: Por: Rodrigo Aliendre Ramírez (*) - Exclusivo para Tu espacio

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Tenemos que entender como cafeína, no solamente al café del que deriva su nombre, sino a otros elementos como el té, chocolate, bebidas energéticas y otras, que son de consumo diario, y que en exceso provocará dependencia e intoxicación, con problemas en la funcionalidad de la persona a nivel físico y mental.

La cafeína que se consume procede de diferentes fuentes, entre las que están el café, el té, los refrescos con cafeína, las bebidas "energéticas", los analgésicos de venta sin receta, los medicamentos para el resfriado, los suplementos energéticos, los fármacos para bajar de peso y el chocolate. La cafeína también se utiliza cada vez más como aditivo de las vitaminas y de productos alimenticios. Más del 85 % de los niños y de los adultos consume cafeína con regularidad. Algunos consumidores de cafeína muestran síntomas compatibles con el consumo problemático, incluyendo la tolerancia y la abstinencia.

La característica esencial de la intoxicación por cafeína es el consumo reciente de cafeína y cinco o más signos o síntomas que se desarrollan durante o poco después del consumo de cafeína. Los síntomas son: agitación, nerviosismo, excitación, insomnio, rubor facial, diuresis y molestias gastrointestinales, y pueden aparecer a dosis bajas (200 mg) en los individuos vulnerables, como los niños, los ancianos o las personas que no han sido expuestas a la cafeína previamente. Los síntomas que generalmente aparecen con niveles de más de un gramo al día son: espasmos musculares, divagaciones del pensamiento y del habla, taquicardia o arritmia cardíaca, períodos de infatigabilidad y agitación psicomotora. La intoxicación por cafeína puede no ocurrir a pesar de un alto consumo de cafeína debido al desarrollo de la tolerancia.

La característica esencial de la intoxicación por cafeína es el consumo reciente de cafeína y cinco o más signos o síntomas que se desarrollan durante o poco después del consumo de cafeína. Los síntomas son: agitación, nerviosismo, excitación, insomnio, rubor facial, diuresis y molestias gastrointestinales, y pueden aparecer a dosis bajas (200 mg) en los individuos vulnerables, como los niños, los ancianos o las personas que no han sido expuestas a la cafeína previamente. Los síntomas que generalmente aparecen con niveles de más de un gramo al día son: espasmos musculares, divagaciones del pensamiento y del habla, taquicardia o arritmia cardíaca, períodos de infatigabilidad y agitación psicomotora. La intoxicación por cafeína puede no ocurrir a pesar de un alto consumo de cafeína debido al desarrollo de la tolerancia.

También existen alteraciones leves sensoriales (zumbido en los oídos y los destellos de luz) pueden aparecer con dosis altas de cafeína. Aunque las grandes dosis de cafeína pueden aumentar la frecuencia cardíaca, las dosis más pequeñas pueden disminuir la frecuencia cardíaca. Todavía no se ha discernido sobre si el consumo excesivo de cafeína puede causar dolores de cabeza. Con la exploración física se pueden comprobar: agitación, inquietud, sudoración, taquicardia, enrojecimiento de la cara y el aumento de la motilidad intestinal.

En consonancia con una vida media de la cafeína de aproximadamente cuatro a seis horas, los síntomas de intoxicación por cafeína remiten generalmente dentro de los primeros días y no tienen ninguna consecuencia duradera conocida. Sin embargo, las personas que consumen altas dosis de cafeína (5 a 10 g) pueden requerir atención médica inmediata, ya que dichas dosis pueden ser letales. Con la edad, los individuos tienden a tener reacciones cada vez más intensas a la cafeína, con mayores quejas de interferencia con el sueño o sentimientos de hiperactivación. Se ha observado una intoxicación por cafeína en las personas jóvenes tras el consumo de productos de alto contenido en cafeína, incluyendo las bebidas energéticas. Los niños y los adolescentes pueden tener mayor riesgo de intoxicación debido a su bajo peso, a la falta de tolerancia y al escaso conocimiento sobre los efectos farmacológicos de la cafeína.

Como en toda trastorno o conducta atípica existe disfuncionalidad a nivel familiar, social, laboral y académico, este deterioro nos permite identificar a la persona que padece de esta sintomatología en cuanto a la intoxicación por cafeína ya explicada, y es importante la intervención especializada por personal de salud mental y física, para un tratamiento acorde y eficaz.

Fuente: Por: Rodrigo Aliendre Ramírez (*) - Exclusivo para Tu espacio
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