Álvaro Sorayde y Rafael Moscoso con el valor de un "Potosí"

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Los dos mineros de la Cooperativa 9 de Abril, Álvaro Sorayde y Rafael

Moscoso, que fueron víctimas de proyectiles de arma de fuego en la emboscada que sufrió su caravana el 10 de noviembre en Huancané ayer fueron dados de alta y relataron a LA PATRIA su experiencia en la lucha que decidieron afrontar ante el fraude electoral y la exigencia de la renuncia del expresidente Evo Morales. Ambos fueron denominados por la población orureña como héroes de la democracia con el valor de un Potosí.

FRANZ ÁLVARO SORAIDE VISCARRA

De 25 años, tiene dos hijos pequeños, de 4 y de un año y medio, es casado, minero de la Cooperativa 9 de Abril, relató que su caravana fue emboscada y cuando estaban retrocediendo de repente sintió el impacto de un proyectil en la espalda, quedando incrustado en su cuerpo hasta que fue operado.

Señaló que decidió ser parte de la caravana para ayudar a sus compañeros que día antes habían sido emboscados en Vila Vila.

También que ellos sólo contaban con palas y picotas para desbloquear y ninguna herramienta de defensa, pero en la localidad de Huancané desde las montañas fueron atacados con disparos y también emboscados cuando intentaron hablar con los bloqueadores.

No recuerda cómo llegó al hospital, lo único que escuchaba eran las voces de los profesionales en salud que le decían "no te duermas", mientras él solo sentía dolor, hasta que despertó en el quirófano.

"Esto es algo muy impresionante, algo que jamás en mi vida voy a olvidar (...) la verdad ahora me siento algo traumado nunca creí que me pasarían estas cosas, pero estoy más tranquilo porque estoy despierto, viendo a mi familia, estoy feliz con ellos", mencionó.

Aún no puede caminar solo, requiere ayuda, tampoco puede mover su brazo por lo que deberá recibir fisioterapia por un tiempo más.

RAFAEL MOSCOSO

De 31 años, tiene tres hijos de entre 11 y siete años, también es minero de la Cooperativa 9 de Abril, muy delicado en su salud relató que fueron emboscados cuando bajaron a querer limpiar el camino que estaba bloqueado, fue entonces que empezaron a disparar de los cerros.

"Como yo estoy trabajando en la mina teníamos que viajar todos, el que no trabajaba tenía que ir, vinimos todos, solamente para querer ir a marchar a La Paz, no sabíamos que nos estaban esperando con armas", expresó.

Su grupo intentó regresar al vehículo, pero de pronto Rafael sintió un impacto en la espalda, cerca del tórax, proyectil que lastimó uno de sus pulmones y fracturar seis costillas, sólo recuerda el momento en el que ingresó la bala, luego perdió el conocimiento.

"Me siento un poco triste y alegre, triste por lo que ha pasado y alegre porque estoy vivo", señaló.

Los médicos le indicaron que por ahora debe estar con un drenaje de agua, luego verán su evolución, debe ir a sus controles porque casi el 50 por ciento de su pulmón está lastimado, además que fueron soldadas sus costillas fracturadas.

Fuente: LA PATRIA