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Viernes 29 de noviembre de 2019

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Perspectiva Minera

La industria nacional debe incentivar la diversificación de materias primas

29 nov 2019

A partir del uso tecnológico en hidrocarburos (gas) y minerales Desafíos del sector apuntan al fortalecimiento de la metalurgia

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La industria nacional que registra una importante contribución a la economía del país, está sujeta a ciertos parámetros que están siendo motivo de algunos estudios para encarar cambios sustanciales, que apunten a fortalecer sectores estratégicos, que en determinado tiempo, deberían transformarse en los generadores de recursos económicos que permitan la diversificación del sector industrial, a partir del uso y consumo de nuestras propias materias primas.

De momento y por los estudios realizados, se establece que nuestra industria enfrenta un sinnúmero de complejas circunstancias especialmente restrictivas por las condiciones vigentes en los mercados interno y externo, especialmente el segundo donde rigen condiciones de alta competitividad que los países vecinos salvan a través de fuertes inversiones, mientras en el nuestro se limitan ciertas corrientes financieras externas, por la falta de "claras reglas de juego" (seguridad jurídica) que signifiquen atractivo de capitales y no como sucede en la actualidad cuando se ahuyentan a los inversionistas. Un claro ejemplo de este hecho es nuestra minería y metalurgia, que pierden un flujo interesante de inversiones que alientan proyectos productivos en el Perú, Chile y Argentina.

De momento y por los estudios realizados, se establece que nuestra industria enfrenta un sinnúmero de complejas circunstancias especialmente restrictivas por las condiciones vigentes en los mercados interno y externo, especialmente el segundo donde rigen condiciones de alta competitividad que los países vecinos salvan a través de fuertes inversiones, mientras en el nuestro se limitan ciertas corrientes financieras externas, por la falta de "claras reglas de juego" (seguridad jurídica) que signifiquen atractivo de capitales y no como sucede en la actualidad cuando se ahuyentan a los inversionistas. Un claro ejemplo de este hecho es nuestra minería y metalurgia, que pierden un flujo interesante de inversiones que alientan proyectos productivos en el Perú, Chile y Argentina.

Muchos expertos y analistas convienen en señalar que "el país debe dar el salto a la industrialización de sus materias primas", como el factor determinante de una proyección de nuevas iniciativas en base al uso de elementos como el gas y de manera especial los minerales, que necesariamente deberán primero convertirse en metales con valor agregado, para lograr mayores utilidades al ser exportados, pero también como productos de alta calidad para abrir el camino a nuevas industrias nacionales, lo que exigirá muchas inversiones, para apertura de fuentes de empleo, recuperación de utilidades y beneficios para municipios, vía impuestos y regalías.

La idea de consolidar fundiciones de nuestros minerales, es un desafío a los productores mineros, a los inversionistas nacionales y extranjeros que estén en la línea del cambio y apuntando a la transformación tecnológica de un nuevo campo de industrias alimentadas con nuestra propia materia prima, procesada en nuestras empresas metalúrgicas y utilizadas para diversificar una nueva corriente industrial nacional.

En verdad que se trata de un reto a la iniciativa de nuevos profesionales, que hagan posible la diversidad industrial, partiendo del uso de elementos metálicos producidos en nuestro medio y transformados en materia prima para las nuevas industrias que reemplacen la importación de una variedad de materiales que llenan por ejemplo las ferreterías del país, materiales que podrían fabricarse en nuestro medio con ventajas de costo y calidad.

En la actualidad, cuando se menciona porcentualmente la contribución de la industria a la economía nacional, la misma se especifica en un 32% proveniente de las exportaciones, figuran también las recaudaciones tributarias, las fuentes de empleo, el movimiento financiero que producen, la inversión especialmente en materiales, en menor escala la renovación tecnológica y lo que se toma en cuenta como contribución al PIB, que proveniente de la industria significa una contribución del 16.7% del total. Los sectores de mayor movimiento, son los del rubro manufacturero, el de hidrocarburos y gas, la exportación de metales, como el estaño de Vinto, la minería en general y luego se anotan otras actividades que completan la contribución general del sector industrial.

En el caso de la materia prima hidrocarburífera y especialmente el gas, se toma en cuenta las procesadoras de separación de líquidos y generación de energías, fertilizantes y biocombustibles, mientras que en el rubro de materia prima minera se prioriza el proyecto de tratamiento de evaporíticos en los salares, especialmente el de Uyuni y una producción inicial de cloruro de potasio, esperándose todavía la producción de carbonato de litio, que será el siguiente paso hacia la fabricación de baterías.

En el caso de la industria minera metalúrgica, sobresale la producción del estaño metálico que produce la Metalúrgica de Vinto y que constituye el mayor rubro exportador de metálico con valor agregado. El proceso industrial que se reclama en el país, llevaría a restablecer de manera completa la fundición de Karachipampa en la que se lograría lingotes de plomo y plata, como otra producción de metálicos que también tienen alta demanda. La otra opción es la del zinc, mineral de alto requerimiento y que Bolivia cubre con la venta de concentrados, esperándose definiciones sobre la construcción de una fundición de zinc, con lo que se hablaría de producción y exportación de varios metálicos, como estaño, plomo, plata y zinc, esperándose procesos concretos para la producción de lingotes de oro, pero de manera industrial.

Estos son realmente los rubros importantes que tienen que ver con ese anhelado "salto de la industria minera", pero que requieren de inversiones para completar sus plantas de pruebas y hacer realidad el proceso productivo de orden regular, lo que significará una garantía en el desarrollo sostenible del país. No se conoce aún el proceso de avance del proyecto en el Mutún para la extracción de hierro y su conversión en fierro de construcción y, lo más importante, en acero de alta calidad. Será otro capítulo productivo minero que en nuestro país se anota como megaproyecto, aunque todavía no se ha definido su verdadera potencialidad.

En criterio de los industriales, la transformación de materias primas en productos elaborados o semielaborados, constituye un factor que incidiría en el PIB nacional, como lo hizo en gestiones pasadas, justamente con el aporte de la exportación de nuestras materias primas, gas y metales, en su estado "primitivo" como califica el hecho un ex ministro de Minería, eso significa que el paso necesario, es industrializar nuestras materias primas y recuperar mayores utilidades cuando ese producto se venda con valor agregado, como resultado del proceso de fundición de la mayoría de nuestros concentrados.

De eso se trata, el cambio industrial en el país, con el uso de nuestros recursos naturales, debidamente transformados para impulsar la diversificación de una industria primaria en el país.

Agencia URU, Medios, P.M.

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