Amar al país es vivir en paz y no sembrar odios y revanchismos

Los últimos acontecimientos que vivimos y lamentamos todos los bolivianos es que se hayan producido enfrentamientos por odios y revanchismos debido a los cambios políticos habidos a partir del 20 de octubre; hechos que han lastimado por igual a todos sin distinción alguna porque todos somos hijos de la misma madre, nuestra patria boliviana.

Heridos, muertos, contusos, destrozos de propiedad pública y privada, bloqueos, desabastecimientos, marchas y manifestaciones en que se hizo gala de insultos, llamados a desarrollar extremos e incentivar combates entre todos, atentados a la propiedad privada sin entender que con ello se lastima a niños, mujeres, ancianos y personas que buscan vivir en paz, que rechazan todo enfrentamiento y división porque son conscientes de que la práctica de extremos siempre genera más violencia que la empleada.

¿Por qué no entender que no podemos ni debemos vivir sojuzgados por malos sentimientos e intenciones ajenas a todo bien que merece el ser humano? ¿Por qué se busca daño para los demás tan sólo porque piensan o sienten diferente? ¿Por qué traicionar los propios principios que pregonan por la libertad y la concordia entre los bolivianos? ¿Cuánto han conseguido quienes llegan a los peores hechos contrarios al bien común? ¿Cuánto valor le dan a los que buscan sangre y muerte entre bolivianos tan sólo por alcanzar sus objetivos que jamás serán los del país?

Han ocurrido muchos acontecimientos desde el 20 de octubre pasado y hemos desembocado en lo que ningún boliviano quería: pugnas y divisiones, discordias y luchas campales, heridos y muertos que enlutan a miles de personas ¿Por qué no entender que el Sr. Evo Morales, su entorno y su partido han tenido los poderes supremos de la nación durante casi catorce años en que muy poco se hizo, efectivamente bastante positivo; pero, ¿Cuánto pudo hacer y no lo hizo tan sólo por oír a desorejados que preferían el fortalecimiento partidario y personal. ¿Cuánto pudo haber avanzado el país en la lucha contra la pobreza que nos tiene sumidos en amarguras y que con los últimos hechos negativos se acrecienta hasta límites inconcebibles?

Es tiempo de concordia, es hora de encontrar los mejores medios y formas para entender que todos somos bolivianos y que, pese a voces agoreras que buscan nuestro mal, estamos en disposición de superar y rechazar todo lo que impele al odio, al revanchismo, a la pelea, a la decisión entre todos. Es tiempo de unir voluntades y actuar valientemente con la práctica de virtudes que se hagan valores y principios en bien general; es tiempo de rechazar lo extraño y a los extraños que buscan destruir nuestra patria y hacerla otra Somalia donde imperan la anarquía y la destrucción, donde se ha perdido totalmente la noción de vida y amor, donde cada quien obra en contra de todos porque todos han perdido principios que debieron mantener en medio de todos los peligros. Los bolivianos somos de otra estirpe, de otra clase y podemos vencer las adversidades que causan daño, división, desorden y anarquía.