Poder, democracia y fama

Lo que está sucediendo en el país más rico del mundo, al mismo tiempo el abanderado en la defensa de la democracia, la libertad y la justicia, pasa por una circunstancia en que se incluye la "fama" de un personaje que está siendo investigado en un proceso que podría terminar en su destitución, se trata del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, rodeado de una fama muy particular, se convierte según los analistas, en un "escudo de protección" a los actos que el político republicano desarrolla en el ambiente de la Casa Blanca.

El presidente Donald Trump que fue electo hace tres años, noviembre de 2016 y que avanza hacia el final de su mandato, pero con claras intenciones de presentar su repostulación, ha sido observado por parlamentarios del partido Demócrata que denunciaron acciones de Trump, reñidas con los derechos de las personas y afectando incluso la "intimidad" de vida de quien estaría ya en la próxima carrera electoral de EE.UU. naturalmente como contrincante del mandatario republicano, que ahora debe enfrentar un problema político judicial.

En el país del norte ya se han producido otros hechos de magnitud por sus connotaciones finales que determinaron el fin de mandato de mandatarios que no pudieron evitar las sanciones por vulnerar la Constitución de su país, las leyes y las normas de respeto a cualquier ciudadano "del mundo". El caso de Trump, ahora en proceso de debates, declaraciones, justificaciones, negativas y denuncias de poder para frenar intromisiones, puede tener un final que evite la repostulación de Trump electoralmente, pero antes sería destituido de su cargo sentando precedente muy claro de que "las leyes se respetan".

Cuando se analiza la causa de este problema, para muchos se presenta como una vendetta del partido Demócrata, en contra del líder republicano que está en ejercicio del poder, pero que ha transgredido límites legales, para defenestrar a su serio oponente, acudiendo a la tarea de un "agente de investigación" que busque y encuentre los argumentos para lastimar al candidato demócrata. El hecho fue denunciado por un anónimo agente secreto y comenzó a desenredarse una maraña de hechos que muestran al presidente Trump, en una de sus fatigosas y controvertidas tareas de "socavar al oponente" con recursos impropios, ilegales y marginados de la ley.

El presidente Trump, se queja diariamente de ser víctima de una "caza de brujas" y hasta de ciertas amenazas contra su humanidad, posiciones que se difunden en su cuenta de Twitter y que generan respuestas muy contundentes por parte de políticos demócratas, interesados en aclarar las denuncias y mostrar en la fase legal y normal, a un presidente con cargos en su contra.

En esta tarea de seguimiento a un caso que surge en la Casa Blanca y cuyas características pueden derivar en situaciones extremas, se observa que incluso "en los altos poderes del gobierno estadounidense" se cuecen habas y si bien se priorizan los hechos reales y efectivos, también se da paso a los que surgen de un frente secreto que pone en aprietos a denunciantes y denunciado, pues, una aclaración objetiva en cualquier sentido, puede determinar el final de una sinuosa carrera política, o puede dar paso a la celebración de un continuismo político contaminado con la fama.

En el tiempo actual se observa a nivel internacional, un proceso que en EE.UU. es parte del poder, que se desarrolla en democracia, pese a la fama de los contendientes.