¿Quién es el responsable de la convulsión actual y quién puede aplacarla?
Obviamente es Evo Morales.
Un proceso que podía transcurrir y concluir por los cauces legales y en apego la Constitución fue agravándose con una serie de acciones, actitudes y decisiones mal pensadas y peor aplicadas que generaron la reacción popular de uno y otro lado hasta llegar a una gravedad tal, que ya ha cobrado varias vidas.
Oportunidades perdidas
Evo tenía la oportunidad de concluir su mandato y retirarse en paz (a su chaco en compañía de una quinceañera, como anunció) y rodeado de un alto nivel de prestigio?y con la posibilidad de retornar tranquilamente el 2025.
Pero la fruición del poder, la presión de su entorno cercano, y quién sabe qué compromisos e intereses ocultos hicieron que cambie de opinión. Y llegó el 21F aprovechando su todavía alta popularidad, para intentar cambiar el límite que pone la Constitución para una repostulación. Y fracasó en su intento, pues el Soberano dijo NO.
Pero, en vez de respetar esa decisión del pueblo, nuevamente incumplió su promesa y buscó por todos los medios para torpedear la Constitución y sus fieles encontraron un recurso: alegar que su repostulación indefinida es un "derecho humano".
Recurso trucho que no obstante, fue avalado por el Tribunal Constitucional con una sentencia obsecuente y servil.
Recurso trucho que no obstante, fue avalado por el Tribunal Constitucional con una sentencia obsecuente y servil.
El peor y más grave error fue el copamiento del Tribunal Supremo Electoral y los tribunales departamentales para implantar un fraude tan grande que al final fue la causa de la caída.
Realizadas las elecciones del 20 de octubre con un cómputo tramposo que no es necesario referirlo por ser reciente y conocido por todos, comenzaron las protestas populares y movimientos espontáneos del pueblo llano, que reclamó el respeto a su voto.
"Vox populi, vox Dei"
Evo podía escuchar la voz del pueblo y aplicar tempranamente las medidas necesarias para calmar las protestas y asegurar una terminación tranquila de su mandato.
Pero prefirió aguantar la tormenta confiado en el cansancio de la gente y esperanzado en un fallo favorable de la Auditoría de la OEA. Confiado además en el papel represivo de la Policía y la adhesión de las Fuerzas Armadas, más la amenaza de sus movimientos sociales.
Avisado del Informe del auditaje de la Comisión de la OEA, Evo todavía hizo un último esfuerzo para tapar la verdad tratando de hablar directamente con Almagro, "quería decirle que si usted revela ese informe, causará un baño de sangre", confiesa y se justifica Evo en una última entrevista con Carmen Aristegui en CNN.
Desamparado por el amotinamiento de varias unidades de la Policía que se negaron a seguir reprimiendo al pueblo y ante la sugerencia del Alto Mando Militar, Evo no halló otro recurso que renunciar al cargo, junto con su vicepresidente Álvaro García.
Ese fue otro error grave, pues podía aceptar el veredicto de la OEA, admitir la anulación de los comicios, la convocatoria a nuevas elecciones, desechar una nueva repostulación y terminar tranquilo su período para entregar el mando presidencial en paz y armonía?y ante el aplauso de propios y extraños.
Apuesta por la anarquía
En vez de ello, el régimen de Evo prefirió dejar descabezado al país y sumido en la anarquía.
Para este fin, se ordenó la renuncia previa de la Primera y el Segundo vicepresidentes del Senado que eran los candidatos a la sucesión presidencial. Anteriormente había renunciado el presidente de la Cámara de Diputados. (Hoy deben estar golpeándose la cabeza por haber perdido su gran oportunidad).
Sin embargo se aplicó el mecanismo legal correspondiente para una salida constitucional.
Hoy, el país tiene una Presidenta reconocida, un gabinete plural, una Policía y Fuerzas Armadas que están cumpliendo su misión constitucional y un pueblo que ha comenzado a recuperar la normalidad para dedicarse a trabajar y producir.
Todavía subsisten algunos sectores del MAS que pretenden mantener el caos y la intranquilidad, presionando a los pobladores a unirse a los bloqueos y marchas, bajo amenaza de agresiones y quema de sus casas. Pero los propios pobladores han comenzado a organizarse en El Alto para proteger sus barrios y zonas proclamando "queremos trabajar".
Las fuerzas del orden han capturado a numerosos elementos extraños dirigiendo las movilizaciones, inclusive con dinero y armas.
Los productores del campo también han comenzado a reclamar su derecho a trabajar, pues están perdiendo sus productos agrícolas.
Es de esperar que el abastecimiento de gas y combustibles también sea restablecido muy pronto. El Gobierno está adoptando las medidas para establecer el diálogo y la concertación en aras de la tranquilidad y el reencuentro de los bolivianos.
La gran responsabilidad
Pero, el principal elemento para lograr la paz, es Evo Morales. Bastaría con una orden, instrucción o pedido de Evo, para que sus bases depongan toda beligerancia para que sus representantes puedan dialogar con el Gobierno.
Esa es la gran responsabilidad que tiene Evo Morales.
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